La guerra contra las drogas en México provocó 150 mil muertes entre 2006 y 2016, costó casi dos billones de pesos en seguridad de 2006 a 2019 y no redujo la tasa de sobredosis por sustancias ilegales en el país, la cual se mantuvo en 0.01%.
Ya te contamos anteriormente que la idea de despenalizar todas las drogas en México es más seria de lo que parece, sobre todo para acabar con la injusticia social y reducir la violencia. Entonces, ¿a quién le perjudicaría más que se despenalizaran?
O dicho de otra manera, ¿quién se ha beneficiado económicamente más con esta guerra contra las drogas?
La respuesta obvia pareciera ser: los cárteles mexicanos pues, al menos según el senador estadounidense David Perdue, generan ganancias por más de 500 mil millones de dólares al año, haciendo de este un negocio “más grande que Wal-Mart, para ponerlo en perspectiva”.
El senador exageró un poco según The Washington Post.
Sin embargo, nuestro entrevistado Oswaldo Zavala, autor del libro Los cárteles no existen, tiene otra opinión sobre quién le ha sacado más jugo a este combate contra el narcotráfico.
Origen de la guerra contra las drogas
De acuerdo con el periodista Oswaldo Zavala, la prohibición de las drogas se fusionó en los años 80 con la agenda de seguridad estadounidense, mientras la ‘guerra fría’ iba en descenso.
A partir de ahí, según Zavala, lo que era un tema tan doméstico como prohibir el consumo de drogas en sus habitantes, se transformó en una agenda más agresiva de combate a la producción y el tráfico de drogas en otros países.
Ya no se trataba de controlar si se debía o no usar drogas, “sino de atacar a la industria del narcotráfico a la cual se le atribuye una enorme violencia y un poderío que rebasa al propio Estado”, según el académico de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY).
Sin embargo, “toda esa imaginación es ficticia”, nos dice el experto, “es un mito que se construyó alrededor de estos grupos de traficantes y que justificó la política de militarización y la agenda en general de seguridad nacional”.
Negocios detrás de la guerra contra las drogas
Entonces, le preguntamos al experto ¿alguien se beneficia económicamente con el combate a los cárteles?
Para Zavala, quien se ha beneficiado es todo un sistema global de empresas, instituciones, bancos y agentes.
“El dinero de los cárteles es una parte bastante pequeña en comparación con el dinero que ganan estas industrias”, dijo el experto, “se decía que ‘El Chapo’ monopolizaba el trasiego de la cocaína global, pero cuando ya juntaron todas sus cuentas en 25 años de decomisos y de estimar la cantidad de cocaína que se vendía en las calles, más o menos le pudieron atribuir 14 mil millones de dólares”.
Suponiendo que es cierto, de acuerdo con Zavala, este dinero que se relaciona con los cárteles es una “absoluta fantasía, y creo que el grave problema que tenemos es que mitificamos este dinero especulado porque quienes más se interesan en tener esta política militarizada, les encanta venderte esta idea porque abarata la materia prima. Necesitan esta versión de un país derrotado”.
La lógica de combate a las drogas ha justificado un despliegue de ejércitos sobre territorios donde casualmente hay empresas trasnacionales que buscan la extracción y explotación de recursos naturales, de acuerdo con Zavala.
El experto agrega también que si bien no es el único objetivo de la militarización del país, sí ha tenido efectos lucrativos y provechosos para ciertas empresas.
Zavala pone como ejemplo el trabajo de la periodista canadiense Dawn Marie Paley, quien documentó en el libro Capitalismo Antidrogas. Una guerra contra el pueblo, que el combate al narcotráfico en Latinoamérica ha beneficiado a la industria minera trasnacional.
“Los grandes proyectos energéticos se han dado en medio de conflictos civiles”, nos explica Oswaldo Zavala, “si tomas estado por estado militarizado en el país vas a encontrar que ahí donde hay una concentración de Fuerzas Armadas, al mismo tiempo hay proyectos de extracción ocurriendo”.
Otro ejemplo que nos pone el académico es el del trabajo periodístico de Guadalupe Correa-Cabrera, el cual relaciona la enorme reserva de gas natural de Tamaulipas con el control que tuvieron los Zetas.
“Ese dominio territorial de los Zetas, coincide en tiempo y espacio con el megaproyecto de uno de los gasoductos más importantes de México, el de los Ramones, que sale de la cuenca de Burgos y llega hasta Estados Unidos”, dijo Zavala.
En la segunda parte de esta serie de artículos veremos más ejemplos de negocios que se han hecho en territorios que están en medio de una crisis de seguridad.
“Donde tienes supuestamente un colapso del Estado mexicano superado por la criminalidad, rebasado por los cárteles, tienes empresas extranjeras y organismos internacionales apostando miles de millones de pesos”, dijo Zavala.
Según el especialista, crear la imagen de que el país está derrotado por el crimen organizado ha sido muy redituable, ha abaratado la materia prima y ha generado grandes oportunidades de inversión en el sector energético.
¿Esta situación se ha transformado con el cambio de gobierno en 2018?.
Fuente.-
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