Rosario Robles se declaró formalmente inocente de las imputaciones que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene en su contra y acusó presiones de la institución para delatar a otros presuntos involucrados en el caso de la “Estafa Maestra”.
Este martes la exsecretaria de Estado respondió a la acusación que la dependencia que dirige Alejandro Gertz Manero formuló el 26 de agosto pasado.
“Siempre me he conducido con lealtad y honestidad en el desempeño de mis funciones, prueba de ello es que nunca se me atribuyó en su momento por ninguna autoridad superior, conducta reprochable, ni en la vía administrativa, ni en la vía penal, como tampoco lo hizo la Auditoría Superior de la Federación al momento de emitir el resultado de las auditorías forenses, tampoco lo hizo al momento de presentar los pliegos de observaciones a la cuenta pública, ni al momento de presentar los dictámenes técnicos”, detalló en su documento de respuesta.
La extitular de Sedesol y Sedatu del sexenio peñista dijo que la FGR la está presionando para delatar a otros exfuncionarios a cambio de beneficios judiciales.
En el documento de 42 páginas la exfuncionaria enuncia su rechazo a cubrir el concepto de reparación del daño que causó la llamada “Estafa Maestra” y que asciende a 5 mil millones de pesos.
Robles Berlanga solicitó al juez citar a 15 personas (funcionarios y exfuncionarios) a comparecer, entre ellos destacan el exoficial Mayor de sus dependencias Emilio Zebadúa y el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo.
La exsecretaria de Estado reiteró su acusación de que se le exhibe como un trofeo de la lucha contra la corrupción, “lo cual consideró completamente injusto, pues los procesos penales no tendrían que servir para combatir a los adversarios políticos ni tampoco para cobrar afrentas del pasado, tampoco se tendría que utilizar la prisión preventiva para cobrar venganza, ni doblegar voluntades”, dijo.
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