Durante la semana pasada una mujer decidió pasear un cachorro de tigre por uno de los centros comerciales más exclusivos de Ciudad de México, en la colonia Polanco. Los más curiosos se acercaron para ver al animal vestido con una sudadera, tocarlo y tomarse fotos con él. La capital mexicana está acostumbrada a todo tipo de excentricidades, aún así, no es habitual ver a un tigre paseando junto a su dueña como si fuera un chihuahua.
La usuaria Zaira Porras subió las imágenes a Twitter provocaron gran desconcierto, ya que no es la primera vez que se denuncia un suceso parecido en la colonia Polanco. El 1 de septiembre también se compartieron imágenes de cómo un hombre llevaba un cachorro de tigre agarrado por el cuello en un exclusivo fraccionamiento.
Ante las críticas, Mina Ayala, la propietaria del tigre de tres meses, respondió que tiene permiso para poseer un animal así ya que lo compró en un criadero autorizado. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) señaló a Verne que se está investigando el caso, mientras decide qué medidas tomar.
Según la Ley de Vida Silvestre, en México es legal tener una especie exótica si se adquiere por medio de vendedores oficiales de animales que autentifiquen que los cachorros han nacido en cautiverio. Para ello, los lugares que lucran con la cría de animales necesitan un permiso de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat). Cualquiera que tenga el dinero para comprarse un tigre puede hacerlo, también un elefante, un puma o un león.
“La ley dice que debes estar totalmente preparado para mantener una especie de estas”, dice a Verne Guillermo Herrera, jefe de manejo de especies en Parques y Vida Silvestre del Estado de Nuevo León. “Con instalaciones correctas y conocimiento adecuado de su dieta y su manutención, desafortunadamente las comercializadoras no se fijan en esto y le venden a cualquier persona sin enterarse si cumplen con estos requisitos”, agrega el funcionario.
“La ley está creada para el aprovechamiento de los animales silvestres como recursos naturales. Habla de un trato digno y respetuoso pero no especifica cómo tiene que ser ese trato”, señala Antonio Franyuti, director de la organización animalista Animal Heroes que tiene una petición en redes sociales para se prohíba la compra de animales silvestres en México. Ambos especialistas coinciden en que tener un tigre, un león o un puma representa un símbolo de estatus y poder y que en muchas ocasiones, son grandes fortunas y jefes del crimen organizado tienen un animal de este tipo.
“Un ejemplar como el que vemos en las imágenes puede costar entre 50.000 y 200.000 pesos (de 2.000 a 9.000 dólares), dependiendo de sus características”, dice Antonio Franyuti.
Aunque la ley no prohíbe la compra, sí prohíbe que alguien pueda sacar a su tigre a la calle de paseo. “No se pueden exhibir los animales por la calle, tienen que estar en un sitio de confinamiento porque son exóticos y peligrosos. La ley te dice que tienen que estar totalmente confinados sin posibilidad de escape para garantizar la seguridad de la sociedad civil”, agrega Guillermo Herrera. “Cuando los animales crecen, la gente ya no sabe qué hacer con ellos y los llevan a un zoológico o se los dan a una autoridad para que se hagan cargo de esto. Cuanto más contacto tenga con los humanos, más peligroso será ese animal”, señala.
Cuando los animales silvestres crecen, dejan de ser divertidos para luego convertirse en un peligro para las personas. “Entonces son encadenados, encerrados en jaulas para toda la vida, o abandonados en zoológicos o criaderos para seguir sirviendo como pies de cría y seguir obteniendo beneficios de ellos”, dicen desde Animal Heroes.
fuente.-Diario Español/EL PAIS
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