El 15 de enero de este año, en medio de la unción de César Verástegui, el “Truco”, el senador Ismael García Cabeza de Vaca abrió una ventana, a través de sus palabras, al fondo del caso en contra suya y de su familia.
Después de la rueda de prensa con los dirigentes nacionales, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, el hermano menor de los Cabeza de Vaca aceptó detenerse para responder unas preguntas sobre las múltiples acusaciones y los revires judiciales y políticos.
El senador arremetió contra Santiago Nieto Castillo, ya para entonces extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), a quien su familia identifica como el principal operador en el plan para “desestabilizar” al grupo cabecista.
“Ahora el verdugo se ha convertido en res. Hoy el que es señalado es precisamente el extitular de la UIF que de manera inexplicable ha acumulado una gran fortuna”, dijo y sonrió.
La siguiente pregunta se vinculó a la nota que publicó Latinus sobre Javier Joaquín López Casarín, empresario, amigo del canciller Marcelo Ebrard y diputado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Él aparece mencionado en la trama de los Cabeza de Vaca como lavador de activos y quien depositó 14,300,000 pesos al gobernador tamaulipeco para comprar el departamento de lujo en Bosques de Santa Fe.
El medio de Carlos Loret de Mola reveló que López Casarín asistió a la boda de Nieto Castillo y Carla Humphrey, consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), en Antigua, Guatemala. Loret de Mola presentó el reportaje con el ángulo que prefirió.
“En unos cuantos meses, un hombre pasó de ser investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera por lavado de dinero del Cártel de Sinaloa, a ser amigo cercano de Santiago Nieto, tan cercano que fue invitado y asistió a la polémica boda…”.
Tras la declaración pasado casi 2 meses de silencio Javier Joaquín López Casarín es uno de los 3 testigos de la investigación contra la familia Cabeza de Vaca, solo que é tiene un peso mayor en los dichos ya que fue socio de Ismael y José Manuel en varios negocios orquestados desde Chiapas.
Una muestra de la relación entre López Casarín y los Cabeza de Vaca es las varias licitaciones en que sus empresas Focim Construye, SA de CV y Desarrolladora Cava se presentaron como consorcio en concursos de obra pública. Por ejemplo, con el gobierno de Morelos obtuvieron un contrato de 39,000,000 pesos.
Pero hay más, la empresa Focim Construye compartió domicilio y sitio de internet con la consultora CRIPTO Estrategia Política y de Gobierno, propiedad del auditor Jorge Espino Ascanio, quien también laboró en Focim, cuando su jefe político era senador de la república.
UNA CUEVA DE ALI BABA Y SUS MAS DE 40 LADRONES:
López Casarín es uno de las 3 fuentes de información de la investigación contra los Cabeza de Vaca. Él tiene un peso mayor ya que fue socio de Ismael y José Manuel en varios negocios orquestados desde Chiapas.
López Casarín acompañó y apoyó la postulación y triunfo electoral de Cabeza de Vaca en 2016. Después, como muchos otros simpatizantes del cabecismo -entre ellos los Carmona- que fueron decepcionados en sus intereses, les puso distancia.
La diferencia con López Casarín es que sus contactos con los altos mandos de Morena, en especial con Marcelo Ebrard, lo resguardaron hasta que llegó el momento en que quiso hablar de su pasado tamaulipeco. Primero contó parte de lo que sabía y después fue colocado vía plurinominal en la bancada del Verde en San Lázaro, donde gozará de fuero por 3 años.
Las palabras del exsocio cabecista pesarán, para bien o para mal, en las próximas semanas, ante el inminente resurgimiento del proceso legal contra el gobernador Cabeza de Vaca. El 24 de marzo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación desahogará las pruebas y dará su posición del desafuero. La definición no se sabe si será para antes o después de la elección de 5 de junio.
De los exsocios no hay ni una fotografía pública, pero basta los documentos públicos de la unión comercial que tuvieron.
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