Este día (16 de enero de 2023) regresan a las aulas los estudiantes de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Los jóvenes, que con la ilusión de formarse como profesionales en alguna área del conocimiento, se inscribieron en la UAT, una institución de educación superior mediocre y rabona (con muy contadas y honrosas exepciones) reanudan sus actividades educativas en un ambiente de incertidumbre, ante la amenaza del regreso de episodios de violencia que fueron cotidianos apenas unos años atrás.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas, con todas las taras y deficiencias que arrastra desde su origen, había logrado superar una etapa de violencia e impunidad, que avergonzaba a la sociedad tamaulipeca. La voracidad de algunos gobernantes y el surgimiento de factores de poder de tipo delincuencial (los mañosos) acotaron y/o eliminaron a los porros universitarios, que en los últimos años se subordinaron a los jefes de la delincuencia organizada y atemperaron sus conductas negativas.
Pero la UAT con todos sus males, -que son muchos-, representa un botín muy apetitoso, para gobernantes, mañosos, porros y ex porros nostálgicos del poder que tuvieron y de los recursos económicos que usufructuaron.
Para todos esos especímenes, la UAT es un negocio que puede ser arrebatado al gerente que habilitaron los panistas para hacerse cargo del changarro. Guillermo "El Memillo" Mendoza es un cuentachiles (contador) ajeno al trabajo académico, un maestro que jamás dio clases, un sujeto que se ocupaba de maquillar las cuentas y cuadrar los números para disfrazar el saqueo a su alma mater. La pandilla que formó el Boby, en la que participaban varios presupuestivoros como El Coche, La Chulada y La Nalga, esos que "batearon" con el Geño Hernández y que dejaron temblando el Seguro (IMSS), esos fueron los que presentaron al Memillo Mendoza con la Vaca Salvatrucha.
El estatuto universitario y la ley orgánica de la UAT fue reformada para que un individuo ajeno a la labor docente, sin experiencia directiva, sin obra publicada, sin trabajo académico, un cuentachiles vil y canalla, fuera encumbrado al máximo cargo directivo de la universidad. Así es como llega El Memillo Mendoza a la rectoría de la UAT.
En el intento de lograr la supervivencia transexenal, en su estrategia para permanecer en el cargo, cuando ya se hubieran ido los panistas del gobierno, El Memillo Mendoza ha venido cultivando la relación con el general Audomaro Martínez, un personaje tan poderoso como discreto, una especie de Genaro García Luna de la Cuatro te. La entrega del equipo profesional de futbol al Junior del general Audomaro, es solo un ejemplo de esta relación a la que se ha aferrado El Memillo Mendoza para mantenerse en el cargo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: