Indisciplina, inconformidad, desconfianza. Es lo que se desprende del registro de más de 27 mil juicios por delitos del orden militar, la gran mayoría deserciones. A este panorama se añaden las 80 mil bajas de miembros en los últimos seis años.
EMEEQUIS analizó las estadísticas oficiales y presenta cómo delinquen los militares y qué consecuencias hay al respecto. Un dato que resalta es que a mitad del sexenio de AMLO, ya se ha despedido a más de 18 mil integrantes de las fuerzas armadas mexicanas.
En su página oficial de Internet la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) expone su misión principal como institución: “Organizar, administrar y preparar al Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos, con objeto de defender la integridad, la independencia y la soberanía de la nación; garantizar la seguridad interior y coadyuvar con el desarrollo nacional”.
Asimismo, comparten su visión del futuro: “La Sedena se continuará consolidando como un actor estratégico en el 2024 para la paz y la seguridad, contribuyendo al desarrollo nacional y siendo un factor de cohesión que integra y fusiona a la sociedad mexicana; con una sólida formación axiológica, física y operativa de sus integrantes basada en la moral, disciplina, liderazgo e igualdad de género…”.
Además, la Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI) del 2020 mostró que el Ejército y la Marina fueron las dos instituciones del país con mayor nivel de confianza de la población, con 63.8%, seguidos de la Guardia Nacional, con 60.5%.
Si bien la institución de defensa nacional informa que su misión y visión se encuentra pensada alrededor de la “paz y seguridad”, “defensa de la integridad”, y se ve a sí misma como un “factor de cohesión que integra a la sociedad mexicana”; y además es la institución en la que más confía la población, los actos no siempre respaldan el discurso.
Soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional refuerzan la seguridad en Chilpancingo. Foto: Dassaev Téllez / Cuartoscuro.com.
Según cifras oficiales, entre 2016 y el primer trimestre de 2022 han existido 27 mil 685 juicios por delitos del orden militar cometidos por integrantes de la Secretaría de Defensa Nacional. En el lapso de tiempo mencionado, no ha existido ningún indulto. Están en proceso 13 mil 527 juicios y 14 mil 158 casos han tenido una resolución ejecutoria. De las casi 15 mil resoluciones, solo 3 mil 468 han tenido sentencias cumplidas. Es decir, únicamente el 24.5%.
Los últimos datos emitidos por la Sedena en 2021 informan que México cuenta con un total de 321 mil 482 efectivos, los cuales se dividen de la siguiente manera: 165 mil 454 militares en el Ejército y Fuerza Aérea Mexicana; la Marina cuenta con 51 mil 333 elementos y la Guardia Nacional 104 mil 695.
Según las estadísticas de indultos, juicios, sentencias de la Sedena de 2016-2022, el grado militar que más delinque son los soldados. En total, este grado ha cometido algún delito de orden militar 6 mil 571 veces en los últimos 5 años. El grado del ejército que más delinque después son los cabos (2 mil 063), los sargentos segundos (912), los tenientes (570), sargentos primeros (342) y los marinos, el grado inferior de Secretaría de Marina, (213). Al contrario, los que menos delinquen son los capitanes de fragata, capitanes de navío, guardiamarinas, capitanes de corbeta y 2do. contramaestre.
El tipo de delito que más es cometido por integrantes del Instituto Armado es la deserción e insumisión. Según el glosario oficial de la Sedena, este delito consiste en “el abandono del deber que le enmarcan las leyes y reglamentos militares, se puede dar en tiempos de guerra o de paz; existen diversas modalidades de deserción, que va desde una deserción por faltar sin impedimento justificado por tres días consecutivos a las listas de diana y retreta de las fuerzas a que pertenezcan o a las dependencias de que formen parte, deserción por abandono de plaza, deserción al extranjero, entre otras”.
Si bien las cifras de Sedena exponen que entre juicios en trámite y resoluciones ejecutorias han existido poco más de 27 mil delitos militares; en el apartado de “total por tipo de delito” sólo hay registro de 21 mil 982.
De esa cifra, el delito militar de deserción ha sido cometido en 18 mil 762 ocasiones, lo que representa el 85% del total de delitos registrados en los últimos seis años. Un ejemplo de lo frecuente que es, es el hecho de que tan solo en el primer trimestre de 2022 ya se dieron mil 246 deserciones de la Sedena.
El segundo delito más concurrente es la desobediencia. Este, consiste en “no ejecutar o respetar una orden del superior, la modifica de propia autoridad o se extralimita al ejecutarla”. Mil 285 veces ha sido cometido.
En el tercer puesto está el abandono de servicio. Según cifras oficiales, 644 integrantes han incurrido en este delito, que significa “la separación del lugar o punto, en el que conforme a disposición legal o por orden superior se debe permanecer, para desempeñar las funciones del encargo recibido”.
El cuarto delito más común dentro de funcionarios de la Sedena es la insubordinación. Se ha cometido 369 veces y se trata de “él que con palabras, ademanes, señas, gestos o de cualquier otra manera, falte al respeto o sujeción debidos a un superior que porte sus insignias o a quien conozca o deba conocer. La insubordinación puede cometerse dentro del servicio o fuera de él. También puede ser con vías de hecho causando lesiones al superior o causándole la muerte.”
Por debajo en las estadísticas se encuentra el abuso de autoridad. Entre 2016 y 2021 fue cometido 302 ocasiones e incurren en él aquellos militares que “traten a un inferior de un modo contrario a las prescripciones legales”.
Contra el honor militar (126) e Infracción de deberes comunes a los obligados (156) son los últimos delitos por encima de los 100 registros. El primero de estos es explicado así:
“El que por cobardía sea el primero en huir en una acción de guerra, al frente del enemigo, marchando a encontrarlo o esperándolo a la defensiva; el que custodiando una bandera o estandarte, no lo defienda en un combate, hasta perder la vida si fuere necesario; el comandante de tropas o de un buque o fuerzas navales o de aeronave, que contraviniendo las disposiciones disciplinarias, se rinda o capitule, el primero en campo raso y los segundos sin que sea como consecuencia de combate o bloqueo, o antes de haber agotado los medios de defensa de que pudieren disponer; los subalternos que obliguen a sus superiores por medio de la fuerza, a capitular. De lo anterior, se puede observar que este delito puede cometerse en tiempo de guerra o de paz, por lo que, existen diversas modalidades”.
Por su parte, la infracción de deberes comunes a los obligados consiste en “aquel que revele un asunto que se le hubiere confiado como del servicio, y que por su propia naturaleza o por circunstancias especiales deba tener el carácter de reservado, o sobre el cual se le tuviere prevenido reserva, o que encargado de llevar una orden por escrito u otra comunicación recomendadas especialmente a su vigilancia, las extravíe por no haber cuidado escrupulosamente de ellas, o no las entregue a la persona a quien fueren dirigidas o no intentare destruirlas de cualquier modo y a cualquiera costa cuando estuviere en peligro de caer prisionero o ser sorprendido”.
Otros delitos decenas de veces cometidos pero menos frecuentes son el extravío, enajenar, robo,destruir haberes ejército (69); el fraude, malversación y retención de haberes (61); las infracciones militares según su comisión o empleo (42); la traición a las Fuerzas Armadas Mexicanas (32); la falsificación (25) y los insultos, amenazas o violencias (24).
Las estadísticas dividen todos los delitos en tres clases: intencional, no intencional y del fuero común o federal. En este apartado, la Secretaría sólo tiene registrados 23 mil 363 delitos clasificados en estas clases. Del total registrado, 23 mil 322 fueron delitos cometidos intencionalmente, lo que representa más del 99%.
De los últimos seis años, el que más ha presenciado delitos de integrantes de la Fuerza Armada es el 2018, seguido del 2017 y 2019. El presente año (2022) en su primer trimestre ya presenció alrededor de mil 350 delitos, han habido 4 mil 402 resoluciones ejecutorias de las cuales solo 84 han cumplido sentencia; además actualmente hay 535 juicios en trámite.
Las áreas responsables de toda la información respecto a los delitos militares mencionados son tres: la Dirección General de Justicia Militar, la Fiscalía General de Justicia Militar y el Tribunal Superior Militar. Estas instancias son las que juzgan, administran y dictan el futuro de aquellos integrantes de la Sedena que delinquen. En caso de determinar que el delito lo amerita, los militares pueden ser sentenciados a pasar su castigo en alguna de las prisiones militares del país: una en el Campo Militar 1, en la Ciudad de México; otra en la III Región Militar, en Mazatlán, Sinaloa; y otra más en la V Región Militar, en La Mojonera, Jalisco.
EMEEQUIS contactó a la Secretaría de Defensa Nacional para confirmar los datos expuestos y cuestionar sobre inconsistencias en temáticas estadísticas que presenta su base de datos, pero no hubo explicación de su parte.
Desfile militar del 5 de mayo. Foto: Galo Cañas / Cuartoscuro.com.
AUMENTO DE BAJAS: ENTRE RETIROS, DESPIDOS Y DESERCIÓN
Mientras tanto, en un gobierno múltiples veces acusado de querer “militarizar” al país con el protagonismo dado a la Guardia Nacional, el número de bajas de funcionarios va en aumento año tras año. Entre rescisiones de contrato, retiros y solicitudes de baja, cada vez más militares quedan fuera.
Según las estadísticas de “personal dado de baja por diferentes motivos” de la Secretaría de Defensa Nacional, de enero de 2016 a marzo de 2022 han existido 80 mil 712 bajas de la institución. La cifra comenzó a crecer con la entrada del gobierno de López Obrador: en sus primeros tres años de gobierno (2019, 2020, 2021 y 3 meses de 2022) ha habido cerca de 50 mil bajas (47, 718) aproximadamente.
Hasta 2018, la razón principal para la baja era el retiro. Seguido de la deserción y la rescisión de contrato. Asimismo, en los últimos tres años de gobierno de Peña Nieto (2016, 2017 y 11 meses de 2018) fueron 719, 829 y 1,037 las solicitudes de baja respectivamente. Dando un total de 2,585 los funcionarios que solicitaron por cuenta propia la baja definitiva de las fuerzas armadas.
Sin embargo, desde 2019 las rescisiones de contrato comenzaron a crecer. De 2018 a 2019 crecieron de 2 mil a 4 mil los despidos. Pero la cifra de 2020 a la fecha no ha hecho más que crecer. En 2020 se llegó a 7, 825 despidos, en 2021 5, 538 y en los tres meses de 2022 ya se ha rescindido el contrato a mil 354 militares.
Es decir, a mitad del sexenio de AMLO, ya se ha despedido a un total de 18 mil 830 integrantes de las fuerzas armadas mexicanas.
Por otro lado, durante los años correspondientes al gobierno actual, los militares que por decisión propia han solicitado su baja de la Defensa Nacional son 4 mil 134 (1, 056 en 2019, 1,169 en 2020, 1,480 en 2021 y 429 en lo que va de 2022).
En lo que respecta a bajas por mala conducta, entre 2016 y los tres meses de 2022, únicamente ha habido 476 bajas por esta razón. Es decir, de aproximadamente 80 mil bajas en este periodo, solo el 0.5% han sido bajas especificadas por mala conducta. Esto a pesar de que en ese lapso de tiempo la misma Sedena tiene registro de más de 20 mil delitos del orden militar.
Los militares también han sido expuestos en múltiples ocasiones por cometer delitos hacia la ciudadanía. Al respecto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a través de transparencia informó a EMEEQUIS que de febrero de 2021 a febrero de 2022 abrió 27 expedientes debido a denuncias contra personal del Ejército.
La Institución en la que más confían los y las mexicanas se encuentra en un presente repleto de despidos, retiros, deserción, abandono e indisciplina. Mientras tanto, el gobierno actual pretende darle más protagonismo a los militares.
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