Con datos de personas reales, firmas "factureras" arman plantillas laborales falsas, un mecanismo de defraudación que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) no está detectando con eficacia.
Laura, una empleada de Nuevo León, descubrió hace tres años en el portal del SAT que tenía dos patrones desconocidos, además de su patrón real.
Las dos empresas falsas, localizadas en Puebla y Veracruz, emitían facturas a su nombre por mil 800 pesos quincenales, sin que Laura lo supiera.
En su empresa, según narra, hay casi 50 personas con el mismo problema que no han podido resolver.
Tras denunciar ante el SAT, pasó más de año y medio para que se cancelaran los sellos de esas empresas y se realizaran auditorías.
Sin embargo, la vigilancia del SAT ha sido escasa, ya que Laura y sus compañeros volvieron a detectar retenedores falsos, pero con otra razón social.
Estas empresas "fantasma", según fiscalistas, son usadas para obtener beneficios privados, como evadir impuestos, desvío de recursos o lavado de dinero.
La operación se realiza por bandas de delincuentes que obtienen los datos personales y simulan servicios prestados y pagados.
El Procurador fiscal Carlos Romero Aranda consideró que al SAT le estarían robando bases de datos y, para proceder penalmente, es necesario que la dependencia realice las auditorías y, si considera que se configura un delito, darles aviso.
Hasta que no lo determine, dijo, se trata de un delito contra particulares que, incluso, puede afectar al IMSS o al Infonavit.
La consecuencia para Laura ha sido que le rechacen su devolución de impuestos.
El robo de identidad puede llevar a adeudos con el SAT, advirtió Guillermo Mendieta, del Colegio de Contadores Públicos de México.
Laura, una empleada de Nuevo León, descubrió hace tres años en el portal del SAT que tenía dos patrones desconocidos, además de su patrón real.
Las dos empresas falsas, localizadas en Puebla y Veracruz, emitían facturas a su nombre por mil 800 pesos quincenales, sin que Laura lo supiera.
En su empresa, según narra, hay casi 50 personas con el mismo problema que no han podido resolver.
Tras denunciar ante el SAT, pasó más de año y medio para que se cancelaran los sellos de esas empresas y se realizaran auditorías.
Sin embargo, la vigilancia del SAT ha sido escasa, ya que Laura y sus compañeros volvieron a detectar retenedores falsos, pero con otra razón social.
Estas empresas "fantasma", según fiscalistas, son usadas para obtener beneficios privados, como evadir impuestos, desvío de recursos o lavado de dinero.
La operación se realiza por bandas de delincuentes que obtienen los datos personales y simulan servicios prestados y pagados.
El Procurador fiscal Carlos Romero Aranda consideró que al SAT le estarían robando bases de datos y, para proceder penalmente, es necesario que la dependencia realice las auditorías y, si considera que se configura un delito, darles aviso.
Hasta que no lo determine, dijo, se trata de un delito contra particulares que, incluso, puede afectar al IMSS o al Infonavit.
La consecuencia para Laura ha sido que le rechacen su devolución de impuestos.
El robo de identidad puede llevar a adeudos con el SAT, advirtió Guillermo Mendieta, del Colegio de Contadores Públicos de México.
Hasta ayer, el SAT no había atendido la petición de una postura sobre el tema.
Fuente.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: