El delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en el Estado,Ernesto Cuitláhuac Vázquez Reyna, fue ejecutado ayer por la tarde en esta frontera, siendo el funcionario federal de más alto rango asesinado en la entidad.
Ante decenas de testigos en pleno Bulevar Hidalgo, la principal avenida de esta ciudad, el mando, que viajaba solo en su camioneta Cadillac negra, como era su costumbre, fue atacado con un explosivo, que hizo estallar su vehículo.
Herido, bajó tambaleándose de la Cadillac que empezó a arder y, todavía con vida, cayó sobre la avenida.
En videos se observa que, instantes después, una camioneta se detuvo frente al delegado y sicarios dispararon para rematarlo, aparentemente con armas largas, aunque el vehículo de los criminales impide ver el ataque.
Otras imágenes captan que, enseguida, un hombre presuntamente ajeno a los hechos arrastra el cuerpo del mando para alejarlo de su camioneta, que era consumida por el fuego tras la explosión, dejando al delegado tendido en la calle.
El ataque se reportó a las 19:30 horas locales (18:30 horas, tiempo de Monterrey) a unos 7 kilómetros del Puente Internacional Reynosa-Hidalgo, y a 1.6 kilómetros de la Delegación de la FGR, cuya sede estatal está en esta ciudad.
A pesar de que el asesinato se cometió a plena luz del día, en hora pico, en una de las vialidades más transitadas de la ciudad y cerca del complejo de la FGR, la ejecución se realizó de manera impune y no se reportaron detenidos.
Según fuentes policiacas y testigos, el funcionario federal circulaba por el bulevar hacia el norte y un explosivo estalló en la parte inferior de su camioneta a la altura de la Plaza Engrei.
Aunque extraoficialmente se dijo que Vázquez era perseguido y le lanzaron granadas, esa versión no fue confirmada.
En los últimos meses, el crimen organizado en Tamaulipas ha escalado su uso de explosivos, incluidas minas terrestres.
Los sicarios habrían concretado ayer la ejecución pese a que el Bulevar Hidalgo conecta con el céntrico y transitado Puente Internacional y frecuentemente es patrullado por la Guardia Estatal, la Guardia Nacional y la Sedena.
Tras los hechos, en varias vialidades de la ciudad hubo narcobloqueos para obstaculizar la intensa movilización de policías federales y estatales, y militares posterior al crimen.
Pese a que era el funcionario de más alto nivel de la FGR en el Estado, Vázquez viajaba comúnmente sin escolta, conduciendo él mismo la camioneta que, según fuentes, tenía blindaje, cuyo nivel no fue precisado.
“El Licenciado Cuitláhuac”, como se le conocía, llegó a la Delegación de la FGR en el 2019, durante los sexenios del Presidente morenista Andrés Manuel López Obrador y del Gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca.
Dos horas después de la ejecución, el Gobernador morenista Américo Villarrealposteó en redes un breve mensaje en el que condenó el crimen y aseguró que trabajarán con el Gobierno federal.
También la Fiscalía estatal, a cargo de Irving Barrios, emitió un escueto posicionamiento en el que informó que está colaborando con la FGR.
Aunque Tamaulipas padece desde hace 15 años un agravamiento de la violencia del crimen organizado, ésta es la primera vez que se asesina a un delegado de la FGR o de su antecesora, aunque si un delegado detenido por asesinato.
“El asesinado de Jaime Rajid Guiérrez Arreola, subcomandante de la extinta Policía Judicial Federal, ocurrido en marzo de 1999, destapó toda la red de protección que Osiel tejió al interior de la delegación estatal de las PGR, a cargo del coronel Carmen Oralio Castro Aparicio.
Castro Aparicio, actualmente preso en La Palma, había sido designado delegado de la PGR unos meses antes de los hechos. Su nombramiento lo había firmado el entonces procurador General de la República, Jorge Madrazo Cuéllar, en cuya gestión –1997-2000 –empezó la militarización de esa institución como medida para garantizar un combate más confiable contra el narcotráfico.”…La Opinión
El crimen de Vázquez se registra en medio de un recrudecimiento de la narcoguerra entre diferentes células de la delincuencia organizada que pelean por el control de los cruces aduanales y, a la par, una ofensiva del Gobierno federal contra delitos de alto impacto, que ha permitido la detención de cabecillas y la incautación de cargamentos de combustibles traficados, conocidos como huachicol fiscal.
Con informacion: ELNORTE/



















