La Secretaría de Marina fue puesta al frente de la guerra contra los cárteles del narcotráfico por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador y ante la presión de la administración de Donald Trump, revela The Wall Street Journal.
Esta estrategia marca un cambio en la estrategia antinarcóticos que se había implementado en el país, que se basaba principalmente en combatir la pobreza, pero no en la búsqueda de detener a personajes de alto nivel en la delincuencia.
“Estamos operando de nuevo; los objeticos que debemos perseguir han sido definidos”, detalló un alto oficial de la Secretaría de Marina al diario estadounidense.
Luego del asesinato de los nueve miembros de las familias Lebaron y Langford, incluidos seis menores, Washington encendió una alarma por el fracaso en contra de las bandas criminales, ya que ambas familias son de origen estadounidense.
Pero este ataque no ha sido el único, en 2019 se registró un aumento al número de homicidios dolosos, mayor a los 36 mil 685 que rompieron récord en 2018.
Y fue, según la publicación, el procurador General de Estados Unidos, William Barr, que ha visitado México do veces en los últimos dos meses, quien se puso al frente para impulsar los cambios en el Gobierno mexicano, para regresar a la Marina a la lucha antinarcóticos y poner presión en la extradición de sospechosos buscados por autoridades de Estados Unidos.
Mientras nuestro país intensifica sus esfuerzos, EU se comprometió a aumentar sus acciones para evitar el contrabando de armas que cruzan a México, de acuerdo a las fuentes de WSJ.
En el pasado, los marinos han sido la corporación en que los funcionarios estadounidenses confían más, al participar en la mayoría de las detenciones y bajas de los líderes de cárteles en las últimas dos décadas, entre ellas las dos caídas de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
En los últimos días, la Marina ha participado en algunas operaciones donde han logrados arrestos de alto perfil, entre ellos, a Óscar Andrés, alias El Lunares, presunto líder de La Unión Tepito.
Entre las presiones que ejerció Barr en las reuniones con el presidente López Obrador y con su gabinete de seguridad, fue aumentar los esfuerzos para eliminar los laboratorios de fentanilo y reforzar los controles en los puertos, para reducir la entrada de precursores químicos que se utilizan en los laboratorios; esto con el fin de frenar el uso de opiodies en Estados Unidos.
Además, luego de estas visitas, el Gobierno mexicano aumentó las extradiciones, sólo en los últimos dos meses se realizaron 37 extradiciones comparadas con las 58 que sucedieron durante 2019, reveló Wall Street Journal.
Fuentes de la Fiscalía General de la República (FGR) señalaron que las reuniones entre Alejandro Gertz Manero y William Barr eran privadas, pero que el número de extradiciones aumentó porque se hace un trabajo concienzudamente.
Otro de los puntos que solicitó Estados Unidos a México fue que el Poder Judicial facilite el uso de información de llamadas telefónicas en juicios penales, lo que no sucede regularmente en los juicios mexicanos.
Con información: The Wall Street Journal/
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