En la gestión de Ricardo Treviño como Administrador General de
Aduanas ha pasado de todo: lo mismo se han beneficiado las operaciones de
contrabando –textiles, carros chocolates, droga y dinero –que se ha protegido a
buena parte de los administradores que han incurrido en presuntos actos de
corrupción y hasta acoso sexual.
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No obstante, el titular de la AGA ya piensa en abandonar el
cargo porque aspira a encabezar la Organización Mundial de Aduanas (OMA), un
lugar que lo colocaría en una posición privilegiada pese a sus oscuros
antecedentes dentro del Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Al interior del Sistema Aduanero Nacional también se ha dado
rienda suelta al nepotismo, lo que ha derivado en que muchas investigaciones
sensibles se queden archivadas y las investigaciones se trunquen ante los
intereses familiares y de grupo, lo que por cierto ha crecido en la gestión de
Treviño.
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Un ejemplo de lo anterior es José Octavio Gómez Sánchez,
Administrador de Operación Aduanera. Él es esposo de Yolanda Aguirre González,
quien despacha como Administradora Central de Planeación y Programación de
Comercio Exterior. Esta área depende de Eduardo Lara Gutiérrez, familiar de
Fernando Gutiérrez Barrios, ex Gobernador de Veracruz y ex Secretario de
Gobernación.
Existen muchos casos de corrupción que no se investigan, pues en
la AGA opera una camarilla de funcionarios que se protegen unos a otros y
cuando alguien es sorprendido en algún delito se le destituye por un tiempo y
luego se le reinstala en el puesto. Es una práctica común, por ejemplo, que
muchos administradores con negros antecedentes sean rotados en las 49 aduanas
del país y se les brinde protección por parte de Ricardo Treviño y sus
cómplices.
Un caso escandaloso que fue solapado por los altos funcionarios
de la AGA fue el de Yadeneiro Hernández Austria, quien como administrador de la
aduana de Ciudad Juárez, Chihuahua, fue acusado de acoso sexual por parte de
varias empleadas. El caso llegó hasta la Cámara de Diputados, donde Luisa María
Calderón Hinojosa –hermana del ex Presidente Felipe Calderón –presentó un punto
de acuerdo el 3 de marzo de 2016 y exigió no sólo la destitución del
funcionario, sino su castigo. Nada ocurrió.
En su punto de acuerdo, la entonces Diputada por el PAN solicitó
a la Secretaría de la Función Pública, a la Auditoría Superior de la Federación
y al SAT investigar al entonces administrador de la aduana de Ciudad Juárez por
una acusación de acoso sexual. Sin embargo, el funcionario Yadeneiro Hernández
–vinculado a la cadena de protección de Ricardo Treviño –fue protegido. Ahora
despacha como administrador de la aduana de Aguascalientes.
En el apartado siete del punto de acuerdo se describe lo que
ocurrió en la aduana de Ciudad Juárez que manejaba Yadeneiro: se expone que “un
escándalo se desató en las oficinas de la Administración Local de Auditoría
Fiscal del SAT en Ciudad Juárez, pues supuestos empleados denunciaron que en
las instalaciones realizaron un show de baile sensual a la vista de servidores
públicos de la dependencia”.
Esta denuncia –explica Calderón Hinojosa en su punto de acuerdo
–se dio en medio de una pugna interna entre funcionarios y personal del SAT en
esa demarcación y tras la filtración de una fotografía se agravó la tensión,
pues en ésta se muestra a una mujer arriba de un escritorio que aparentemente
baila frente a cinco o seis hombres.
Quienes enviaron la foto (ésta llegó a las más altas autoridades
del SAT) solicitaron el anonimato para evitar represalias y explicaron: “Se
trata del show de baile sensual que se dio en las oficinas de la Administración
Local de Auditoría Fiscal del SAT en Ciudad Juárez, como se constata en la
imagen de esta nota, donde aparece una mujer haciendo sus evoluciones encima de
los escritorios de las oficinas, ante la ávida contemplación de los señores
funcionarios de la citada oficina gubernamental. Tal parece que ya es una
tradición del SAT en Ciudad Juárez, ya que recientemente se dio a conocer que
en la aduana de esta misma ciudad fueron contratadas bailarinas conocidas como
teiboleras para el regocijo de los burócratas”.
El punto de acuerdo señala también que personal de la
Procuraduría General de la República arribó a Ciudad Juárez para investigar las
presuntas corruptelas y una denuncia de acoso sexual que llevaron a la
suspensión de dos subadministradores de la aduana de esa ciudad fronteriza,
entre otros, a Yadeneiro Hernández Austria.
Posteriormente, la Administración Central de Comunicación
Institucional del SAT informó que Hernández Austria estaba sometido a un
proceso de investigación a fin de ser separado del cargo. El SAT no explicó los
motivos de la destitución de este y otros funcionarios, pero se confirmó que
derivó de una denuncia por acoso sexual que interpusieron empleadas fiscales.
Además de Hernández Austria los implicados en este presunto delito fueron los
subadministradores Julio Huerta y Ernesto Delfino Ramos.
De igual forma se abrieron carpetas de investigación interna por
presuntos actos de corrupción que surgieron en el área jurídica de la
dependencia y que aparentemente tenía que ver con el contrabando documentado,
ya que se habrían validado pedimentos de importación apócrifos para el cruce de
mercancías y vehículos al país, procedentes de los Estados Unidos y China, con
clasificaciones distintas a lo que se importaba.
De igual forma, las investigaciones se centraron en la
contratación y promoción de ascensos injustificados de mujeres aduanales que
presuntamente fueron conocidas en el bar “El Museo” por parte de los
funcionarios Ernesto Delfino y el administrador Yadeneiro Hernández.
De igual forma, el SAT tuvo que despedir, entre 2014 y 2015, a
cien funcionarios del área de comercio exterior por participar en actos de
corrupción.
Pese a las denuncias y los elementos de
prueba que se entregaron al SAT, Yadeneiro Hernández fue destituido por las
acusaciones de acoso sexual y/o presuntos actos de corrupción en la aduana de
Ciudad Juárez.
Sin embargo, la protección oficial no
se hizo esperar por parte del titular de la AGA, Ricardo Treviño, quien
posteriormente ordenó la reinstalación de Hernández Austria, quien ahora
despacha sin sobresalto alguno en la aduana de Aguascalientes.
Un caso similar de protección institucional ocurrió en agosto
pasado con Marco Flavio Soto Rigada, administrador central de apoyo jurídico de
la AGA. Lo implicaron en el presunto tráfico de automóviles “chocolates” , pero
no le presentaron cargos de ningún tipo. Posteriormente también fue señalado de
recibir dinero a cambio de favorecer a empresas importadoras de mercancía
pirata, pero de nueva cuenta fue protegido por el alto mando de la AGA.
Recientemente, Gerardo Alberto Suárez Hasbach, Administrador
Central de Operación Aduanera –brazo derecho de Ricardo Treviño Chapa –dejó su
cargo. Se pudo saber que realizó una reunión interna y expuso salía de la AGA.
Su lugar ahora lo ocupa Guillermo Peredo Rivera, quien fue Administrador de
Operación Aduanera y, antes, despachó en la Administración General de
Evaluación.
Este personaje está estrechamente ligado a Ricardo Treviño Chapa
y también tiene su grupo interno. Entre otros personajes, su gente de confianza
es Daniela Corral Yepiz, jefa de operación aduanera (3), quien es esposa de
Luis Edmundo Almaguer Contreras, administrador de la aduana de Miguel Alemán.
Este último obedece a los intereses de Guillermo Peredo.
Así están las redes de la corrupción.
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