Golpe espectacular prepara el equipo del gobernador electo de Tamaulipas, Américo Villarreal, una vez que asuma el poder: encarcelar al mandatario saliente, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, por lavado de dinero, delincuencia organizada, enriquecimiento ilícito, más los delitos que le acumulen de aquí al 1 de octubre, cuando el morenista reciba la estafeta y el panista pierda el fuero.
Y es el extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del gobierno federal, Santiago Nieto, el operador estrella para poner tras las rejas al tamaulipeco, a quien persigue prácticamente desde que la cuatroté se entronó en el gobierno. No nos hagamos tontos: el leitmotiv de su incorporación como jefe del grupo de transición del gobernador electo fue, es y será enjuiciar al mandatario. Tanto para Américo como para Nieto pasó a segundo plano lo que defina la Suprema Corte el 17 de agosto respecto a las controversias sobre el desafuero del todavía gobernador, pues saben que desde el primer día de octubre estará totalmente en sus manos y a su merced.
Incluso se dice que personas allegadas a Cabeza de Vaca están entregando información para la integración y ampliación de las carpetas de investigación, y que funcionarios públicos tamaulipecos se estarían apegando al llamado criterio de oportunidad para ser testigos protegidos.
Pero el panista tampoco está cruzado de brazos: el 22 de julio, la mayoría del bloque PAN-PRI en el Congreso del estado aprobó que la Fiscalía estatal, a cargo de Irving Barrios Mojica (nombrado por Cabeza de Vaca en 2016), absorba a la Unidad de Inteligencia Financiera y a la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción. Es decir, se crea una superfiscalía al mando de un aliado del gobernador saliente, lo que dificultará el margen de acción de Nieto y Villarreal, y, sobre todo, la celeridad del proceso judicial contra su objetivo. Porque antes de echarle el guante encima al panista deberán revertir esa decisión del Congreso, lo cual llevaría tiempo. Tiempo que serviría al acusado ya sea para preparar su defensa legal y hasta para darse a la fuga.
Sin embargo, sobre el mandatario pesa también la investigación que realiza en su contra la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz, por delincuencia organizada, lavado de dinero y defraudación fiscal, producto, por cierto, del trabajo que hizo Santiago Nieto en la UIF. Eso podría cerrar la pinza contra el panista, a quien la cuatroté en su conjunto quiere tras las rejas. Mejor aún: el juicio se realizaría en plena temporada electoral, para embarrar a más opositores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: