Las reformas aprobadas por los diputados locales del PAN y del PRI a la Ley sobre la Organización y Funcionamiento Internos del Congreso del Estado durante la cuestionada sesión que se realizó vía Zoom el martes pasado serán llevadas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación por el grupo parlamentario de Morena.
Una vez más, una bancada del Poder Legislativo de Tamaulipas tocará la puerta del máximo tribunal constitucional del país para resolver una ruidosa controversia.
Los legisladores morenistas están confiados en que, con la intervención de los ministros de la máxima autoridad jurisdiccional del Poder Judicial de la Federación, echarán abajo la modificación al artículo 29 de la Ley sobre la Organización y Funcionamiento Internos del Congreso tamaulipeco.
En la mira de lo que será una controversia constitucional se encuentran la forma en cómo se convocó y cómo se realizó la sesión, ya que fue por la vía digital, evitando el necesario debate en tribuna.
Otro punto que debe ser motivo de análisis y discusión de los ministros es la presencia de la Policía Estatal, en un acto intimidante, que impedía el acceso de la gente al recinto desde temprana hora.
Si bien la presidenta de la Mesa Directiva puede ordenar el auxilio de la fuerza pública en los casos que resulte necesario, debe informar de manera abierta por qué llamó a la Policía Estatal antes de que iniciara la sesión legislativa.
Para comenzar, el artículo sexto de la ley interna del Congreso inicia con una frase bastante clara: ‘La sede y el recinto del Congreso son inviolables…’.
Un punto más que resulta cuestionable es la conducta de quien preside la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, el panista Félix García Aguiar.
Se supone, de acuerdo al reglamento interno, que desde este órgano de dirección se impulsan los entendimientos y las convergencias políticas para alcanzar acuerdos. Así lo dicta la civilidad democrática del Poder Legislativo. Es una instancia que debe privilegiar el diálogo y la pluralidad.
Sin embargo, ese día, en medio de la tormenta, ‘El Moyo’ decidió atrincherarse en su oficina, cortar de tajo el diálogo y modificar la normatividad del Congreso con el voto de los suyos y de sus aliados. Eso es todo lo opuesto a la política. Esa no es la forma de presidir una Legislatura.
Así las cosas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación tendrá una ‘chambita’ más de parte del Congreso de Tamaulipas a fin de dirimir quién tiene la razón en un ambiente de confrontación política nunca antes visto en tiempos recientes.
Y ojo: falta mucho por ver en las semanas por venir en la guerra que se libra por el poder en Tamaulipas.
Fuente.-Hector Garces/
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