La permanencia de Los Zetas en el espectro del narcotráfico mexicano no fue muy duradera. Expertos en temas de seguridad coinciden en que lo único que queda de ellos es el Cártel del Noreste, una organización que opera principalmente en el estado de Tamaulipas.
Pero el legado que dejaron Los Zetas en México les sirvió para ser considerados como el grupo criminal más violento de una de las naciones, de por sí, más sanguinarias y conflictivas del mundo.
Es por eso que tres de los episodios que más han quedado marcados en la piel de México, fueron autoría de esta organización criminal compuesta por ex militares y antiguos policías federales.
La masacre del Casino Royale
Integrantes de los Zetas asesinaron a 52 personas que se encontraban en un casino (Foto: Cuartoscuro)
A las tres de la tarde del 25 de agosto de 2011 llegaron dos camionetas y un mini cooper al Casino Royale, un centro de apuestas ubicado en la ciudad de Monterrey, capital del estado de Nuevo León. De su interior bajaron unos dieciocho hombres armados que cargaban bidones llenos de combustible.
En ese momento el local estaba atestado. El grito de "¡ya se los cargó la verga!" fue el anuncio del inicio de la masacre. En ese momento comenzaron a rociar con gasolina la sala de juegos y a disparar indiscriminadamente contra los presentes. En cuestión de minutos las llamas se apoderaron de todo el edificio.
El incendio consumió al local durante al menos tres horas. Cuando la situación fue controlada por los bomberos, los cuerpos de rescate encontraron decenas de cadáveres en el área principal y los baños. Algunos todavía tenían en sus manos teléfonos celulares con los que intentaron pedir auxilio.
Familiares de las víctimas del ataque sepultaron a sus parientes (Foto: Cuartoscuro)
La cifra total de muertos fue de 52, y algunos medios de comunicación lo calificaron como el peor ataque en la historia del México moderno.
Con el paso del tiempo se descubrió que Los Zetas habían sido los responsables de la agresión, y eventualmente algunos de los responsables fueron capturados.
Según la versión de las autoridades, el motivo habría sido porque los dueños del Casino Royale se negaron a pagar la cuota mensual que los criminales les habían solicitado para permitirles trabajar en paz: 130 mil pesos (USD 7.000).
Las fosas de San Fernando
El tráiler en el que fueron trasladados los migrantes (Foto: Cuartoscuro)
Entre el 22 y 23 de agosto de 2010 Los Zetas asesinaron a 72 migrantes latinoamericanos en San Fernando, Tamaulipas, porque algunos habían rechazado ser reclutados por el cártel y otros porque simplemente no tuvieron el dinero para comprar su libertad.
Todos ellos viajaban en dos camiones que fueron secuestrados por ocho integrantes de la organización criminal.
Los cuerpos fueron encontrados el 30 de agosto por las autoridades mexicanas. En un rancho abandonado estaban los cuerpos de los 72 indocumentados que procedían deHonduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Ecuador y Brasil.
Casi dos meses después de que se conociera el asesinato de los 72 inmigrantes, un juez concedió una orden de aprehensión para los ocho miembros del cártel de los Zetas implicados.
Familiares delos migrantes que fueron asesinados en San Fernando, Tamaulipas en el año 2010, realizaron una protesta afuera de la Procuraduría General de la República (PGR) para exigir justicia (Foto: Cuartoscuro)
Los inculpados fueron identificados comoJuan Manuel Cano, alias "La Bella"; Edgar Sesma Vega, alias "El Gafe"; José Gustavo Blanco, alias "El Pizarrón"; Víctor Reséndez, alias "El Vico"; Jesús García, alias "El Chalino"; Manuel Vázquez, alias "El Carlitos"; Jesús Vargas, conocido como "Chuy"; y Eduardo Rico Pérez.
La segunda masacre de San Fernando fue un asesinato masivo de 193 personas, que fueron encontradas en fosas clandestinas.
Los primeros 59 cuerpos fueron encontrados el 1 de abril de 2011 por la Procuraduría de Justicia de Tamaulipas, y cinco días después medios de comunicación difundieron la noticia. El titular de la secretaria de Gobierno del Estado dio a conocer que esas personas fueron secuestradas de un autobús de pasajeros.
El 8 de abril el Ministerio Interior de Tamaulipas confirmó que fueron halladas dos fosas más con 13 cadáveres.
Dos días después la Secretaría de la Defensa Nacional anunció el arresto de Armando César Morales Uscanga, quien aceptó su participación en la masacre e informó de otras cuatro fosas, en donde fueron hallados el resto de los cuerpos.
La activista Isabel Miranda de Wallace afirmó que la cifra de muertos rebasaba los 500, pero supuestamente el gobierno de Tamaulipas había hecho lo posible por ocultar esta información.
El feroz enfrentamiento entre Los Zetas y El Cártel del Golfo
Uno de los vehículos calcinados durante el enfrentamiento (Foto: @OficialEnLaMira)
La mañana del miércoles las autoridades de Tamaulipas recibieron una llamada telefónica. Era la voz de una mujer que estaba reportando a su esposo como desaparecido. En ese momento, la policía activó un operativo de búsqueda en el municipio de Miguel Alemán, una zona que también es conocida por ser "la frontera chica" entre México y Estados Unidos.
Horas después, mientras continuaban con el rastreo, los agentes se llevaron una sorpresa al encontrarse con los restos de un feroz enfrentamiento que hubo entre dos grupos antagónicos del crimen organizado.
Un total 24 cadáveres, 15 de ellos calcinados, y una serie de vehículos quemados, eran parte del escenario que habían encontrado en la comunidad del Refugio Hinojosa, una zona despoblada y aislada.
Las armas y cartuchos que fueron encontrados en la escena (Foto: @P_CiudadanoMx)
Algunos de los cadáveres tenían chalecos con las insignias de al menos dos organizaciones delictivas que operan en la entidad, el Cártel del Noreste y el Cártel del Golfo.
En el pasado, esta región fue un campo de batalla entre ambas organizaciones, antes de que los grandes cárteles comenzaran a desintegrarse.
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