viernes, 26 de abril de 2019

"COMBATE a CIEGAS": VIDEOVIGILANCIA NO SIRVE SI CAMARAS NO FUNCIONAN...no hay una sola imagen de los atacantes de Minatitlan

Durante una visita que hice a Singapur, hace años, dije a mi anfitrión que me causaba curiosidad no habernos cruzado con ninguna patrulla y haber visto a muy pocos policías en las calles.
“No necesitan que estén visibles”, me explicó.
Yo sabía que esa ciudad-Estado era uno de los lugares con mayor seguridad pública en el mundo. En el reporte más reciente de la policía local, publicado en febrero pasado, se afirma que 94% de los habitantes del país se sienten seguros.
La clave, explicó mi interlocutor, es la aplicación estricta de la ley en Singapur… y el uso de cámaras de seguridad y otros medios electrónicos de vigilancia.
Hay 2 millones de cámaras de videovigilancia instaladas en el país asiático, casi una por cada dos singapurenses.
No tuve ocasión de comprobarlo, pero dicen que si alguien se para unos 15 minutos en una esquina de la ciudad, llegarán policías a preguntar qué hace ahí. Por eso no necesitan que las patrullas estén circulando, consumiendo combustible y complicando el tránsito.
Otros países, como Reino Unido, también han incrementado sus medios de vigilancia electrónica. Se dice que hay entre 4 millones y 5.9 millones de cámaras instaladas a lo largo del país.
Gracias a estos aparatos se han podido prevenir actos terroristas en diferentes ciudades. Y cuando éstos han ocurrido, las posibilidades de detener rápidamente a los responsables aumentan.
En los recientes bombazos en Sri Lanka –donde hubo evidentes fallas de inteligencia–, las cámaras permitieron obtener imágenes de los responsables y dar con personas que presuntamente participaron en la preparación de los atentados.
La imagen de un terrorista con una mochila en la espalda, en su camino a la iglesia de San Sebastián, en Negombo, Sri Lanka, ha dado la vuelta al mundo.
En México, en cambio, estamos en pañales en el uso de esa tecnología. Y muchas veces no es porque no se haya invertido en ella, sino porque el equipo instalado es obsoleto o no funciona o ha sido robado por delincuentes que no quieren ser vigilados.
Es increíble que no tengamos imágenes de los sicarios que atacaron a los asistentes a una fiesta de cumpleaños en Minatitlán, causando la muerte a 13 personas, ni de los asesinos del muralista huasteco Héctor Domínguez y sus familiares.
En la ciudad veracruzana, apenas 19 de las 202 cámaras instaladas funcionan. Mientras en Singapur hay una cámara por cada dos personas, en Minatitlán hay una por cada 8 mil 200.
En el caso de los homicidios en la casa de la familia Domínguez, el fiscal potosino Federico Garza Herrera me dijo ayer en entrevista para Imagen Radio que en esa zona de Ciudad Valles no hay cámaras y que la que queda más cerca del sitio del crimen no está en funcionamiento.
Mientras el país batalla por encontrar un modelo de seguridad que le permita salir de la ola criminal que lo azota, muy pocas veces aparece en la discusión el tema del uso de la tecnología para prevenir e investigar los delitos.
Es cierto que habría que encontrar el presupuesto para instalar cámaras en todo el país, pero debería tomarse en cuenta que esta tecnología puede resultar más barata que contratar policías.
Además, la mayor parte de las veces que trascienden imágenes de actos delincuenciales, las cámaras que las grabaron son de particulares. ¿A nadie se la ha ocurrido conectar todas esas cámaras privadas a un centro de monitoreo policiaco?
fuente.-Pascal Beltran/

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