Un pleito de divorcio de un empresario cuya familia era accionista de Grupo Modelo escaló hasta un proceso penal a nivel federal por manipulación de información de agencias estadounidenses y "siembra" de droga a la familia de la ex esposa.
Se trata del caso de Juan Pablo González Cimadevilla, sobre quien hoy pesa una orden de aprehensión y quien ostenta la custodia de sus dos menores hijos, bajo métodos que su ex mujer acusa de delictivos.
Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, juez de control del Reclusorio Sur, vinculó ayer a proceso a cuatro agentes de la Interpol México, por supuestamente estar implicados en este caso donde también se presume el engaño a jueces para librar órdenes de intervención telefónica y cateos contra la familia de la ex esposa.
Los policías ayer fueron procesados por robo agravado, tortura, delitos contra la administración de la justicia en la hipótesis de desviación de una investigación y simulación de hallazgo de evidencias.
En esta audiencia de 15 horas, el juez también decretó la libertad a un agente de la Interpol por considerar no estaba en Jalisco en las fechas en que supuestamente hizo una vigilancia domiciliaria y firmó un parte policial que involucraba a las víctimas con entregas de maletas de dólares y cocaína.
Delgadillo Padierna les decretó la prisión preventiva justificada a los 4 procesados y les fijó un plazo de dos meses para la investigación complementaria, mismo que vence el próximo 31 de diciembre.
Pero el caso es más complicado, pues la Fiscalía General de la República (FGR) sostiene que el ex jefe de la Unidad Antisecuestros de la SEIDO, Gualberto Ramírez Gutiérrez, manipuló informes de Estados Unidos para acusar de narcotráfico a los ex cuñados de González Cimadevilla.
En los cateos a sus casas, se robaron hasta los perros y los pericos, según la imputación de la FGR.
Se trata del caso de Juan Pablo González Cimadevilla, sobre quien hoy pesa una orden de aprehensión y quien ostenta la custodia de sus dos menores hijos, bajo métodos que su ex mujer acusa de delictivos.
Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, juez de control del Reclusorio Sur, vinculó ayer a proceso a cuatro agentes de la Interpol México, por supuestamente estar implicados en este caso donde también se presume el engaño a jueces para librar órdenes de intervención telefónica y cateos contra la familia de la ex esposa.
Los policías ayer fueron procesados por robo agravado, tortura, delitos contra la administración de la justicia en la hipótesis de desviación de una investigación y simulación de hallazgo de evidencias.
En esta audiencia de 15 horas, el juez también decretó la libertad a un agente de la Interpol por considerar no estaba en Jalisco en las fechas en que supuestamente hizo una vigilancia domiciliaria y firmó un parte policial que involucraba a las víctimas con entregas de maletas de dólares y cocaína.
Delgadillo Padierna les decretó la prisión preventiva justificada a los 4 procesados y les fijó un plazo de dos meses para la investigación complementaria, mismo que vence el próximo 31 de diciembre.
Pero el caso es más complicado, pues la Fiscalía General de la República (FGR) sostiene que el ex jefe de la Unidad Antisecuestros de la SEIDO, Gualberto Ramírez Gutiérrez, manipuló informes de Estados Unidos para acusar de narcotráfico a los ex cuñados de González Cimadevilla.
En los cateos a sus casas, se robaron hasta los perros y los pericos, según la imputación de la FGR.
Divorcio
De acuerdo con Marco Antonio del Toro, abogado de las víctimas, este asunto tiene como detonante el conflictivo divorcio del empresario Juan Pablo González Cimadevilla.
"González es un multimillonario que se pasea en helicóptero por Guadalajara", dijo el abogado durante la audiencia judicial que encabezó Delgadillo Padierna.
Del Toro expuso que González denunció ante la Fiscalía de Jalisco y encarceló a su esposa por el robo de tres botellas de vino, originarias de China y Grecia, acusación que también fue fincada a dos hermanos de ella.
Sin decir nombres, aseguró que los abogados del empresario entraron a la cárcel a plantearle a la ex esposa un convenio en el que ella renunciaría a la custodia de sus dos hijos y a toda prestación económica derivada de la disolución matrimonial.
Ella aceptó y consiguió el perdón legal y la libertad en este asunto del fuero común; sin embargo, como la disputa continuó, González Cimadevilla denunció a los exsuegros por abuso sexual de menores ante la Fiscalía de Jalisco.
"Se detectaron y pararon las denuncias, Juan Pablo González dijo que metería a todos a la cárcel y hay mensajes que llegaron a los hermanos de la víctima en donde les avisan que ese hombre los iba a meter a todos al bote, que ya le había costado 20 millones de pesos haberla metido a ella a la cárcel", expuso Del Toro.
Es en ese momento en que el litigante recomendó a su clienta, padres y hermanos, dejar sus domicilios.
Manipulación
La Fiscalía de Asuntos Internos de la FGR acusó en la audiencia que en enero pasado, Gualberto Ramírez Gutiérrez, entonces jefe Antisecuestros de la SEIDO, empezó a manipular informes de inteligencia de las Agencias de Seguridad Interna (ICE) y de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF) de Estados Unidos, para afectar a dos ex cuñados de González Cimadevilla.
Dichas agencias enviaron a la SEIDO un oficio en el que reportan una organización criminal dedicada al tráfico de armas entre México y Estados Unidos y señalan nombres y números telefónicos.
Ramírez empleó este documento y un reporte de un informante identificado como "Juan", que señalaba un delito de secuestro, para solicitar a un juez la intervención de diversos números telefónicos.
La SEIDO estableció que en una llamada intervenida el 29 de enero pasado, registrada con el número 441, uno de los interlocutores le refiere al otro que llame a dos números telefónicos -los cuales precisa- para vender "14 cortinas".
El 14 de febrero pasado el titular de la Unidad Antisecuestros pidió a un juez intervenir estos dos nuevos números, los cuales después la FGR señalaría que no estaban relacionados con la organización criminal sino con la familia de la exesposa de González Cimadevilla.
Entre el 26 y 30 de abril, la SEIDO comisionó a agentes de la Policía Federal Ministerial para vigilar tres domicilios en Zapopan. Eran de los ex cuñados del empresario referido.
En su reporte, los policías dijeron haber visto personas armadas, transacciones de droga, entregas de cajas repletas de dólares y haber escuchado el nombre de uno de los cuñados de González.
Según la imputación de la FGR, con este reporte y los antecedentes mencionados, Ramírez solicitó a un juez la orden de cateo de los tres inmuebles. El 10 de mayo 100 agentes de la PFM y la SEIDO, enviados desde la capital del país, catearon las casas.
Perros y pericos
En una de las casas cateadas, se reportó el robo de 4 loros cabeza amarilla, 4 loros agapornis, 3 cascos de motocicleta, 3 trajes de motociclistas, un par de guantes BMW, 2 GPS BMW,15 botellas de vino, 4 laptops, un iPad, una cámara Sony, una bocina, unos audífonos y 2 baterías de litio marca Bosé.
También 2 consolas XBox y una Play Station, 2 telescopios, 3 visores nocturnos, una caja de herramientas, un juego de matracas, un arco de cacería, un juego de cuchillos, 20 navajas, 3 relojes (marcas Cartier, Chopard y Hublot) y 3 mil pesos en efectivo.
En otro de los inmuebles desaparecieron 4 cachorros bulldogs franceses con valor de 40 mil pesos cada uno, 6 mil pesos, 20 dólares, una bolsa de mano, una laptop, un iPad, un par de audífonos Apple Earpods, 33 navajas, un X Box, una bocina, dos mochilas (una marca Herschel), 4 perfumes, tres relojes (marcas Lancaster y TAG Heuer), dos lentes Ray Ban, así como alhajas de oro.
Siembran droga
De acuerdo con la FGR, en una de las casas cateadas en Zapopan, los agentes de la Interpol "sembraron" 396.7 gramos de mariguana, 58.8 gramos de cocaína y 40.3 de metanfetaminas.
En otro de los domicilios, colocaron 393.8 gramos de mariguana, 10.5 gramos de tetrahidrocannbinol, 3 gramos de MDMA o éxtasis, 1.2 gramos de metanfetamina y cafeína, 174 gramos cocaína y 92.8 gramos de clorhidrato de cocaína.
Según la Fiscalía, con esta evidencia, la Unidad Antisecuestros de la SEIDO solicitó las órdenes de aprehensión por narcotráfico contra dos excuñados de González Cimadevilla, las cuales fueron libradas.
El 18 de junio la ex esposa del empresario denunció el caso a la FGR y después de hallar indicios de la maquinación, el Ministerio Público solicitó la cancelación de las dos órdenes de captura.
Los fiscales sostuvieron ayer en la audiencia que este tipo de operación fue concertada y operada en todos los niveles para favorecer al empresario en sus pretensiones personales.
Durante la diligencia de ayer, uno de los abogados preguntó a su cliente, un agente de la Interpol, si conocía a González Cimadevilla y su defensor Javier Coello Zuarth; a Luis Octavio Pérez Pozos, coordinador General de Desarrollo Gubernamental de Jalisco, y al mismo Gualberto Ramírez, todos con orden de aprehensión.
En todos los casos, respondió que no. Dicho agente fue el único de los cinco imputados que ayer quedó en libertad, gracias a que exhibió licencias médicas que demostraron que no estaba en Jalisco cuando se habrín cometido los delitos.
fuente.-
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