A comienzos de enero de 2024, una joven colombiana conocida como “Sofía” (nombre ficticio para proteger su identidad) logró escapar de un infierno tras ser secuestrada por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Cárdenas, Tabasco. Su desgarrador relato, compartido en el podcast “Más allá del Silencio” de Rafael Poveda, arroja luz sobre las tácticas de reclutamiento y explotación empleadas por uno de los cárteles más violentos de México.
El contexto: desapariciones virales en Tabasco
La desaparición de varias jóvenes en Tabasco se volvió viral en redes sociales cuando comenzó a circular un collage con fotografías de nueve mujeres desaparecidas, acompañado del angustiante audio de una de ellas. Las víctimas eran tanto mexicanas como colombianas, engañadas bajo la promesa de trabajo bien remunerado. Según el testimonio de “Sofía”, estas jóvenes fueron reclutadas por el CJNG mediante falsas ofertas laborales.
El inicio del engaño
“Sofía” relató que dos amigas mexicanas la invitaron a México con la promesa de trabajar en una fiesta en Tabasco, donde recibirían un pago de 1,900 pesos mexicanos por hora. Además, se les ofrecía cubrir su transporte. Sin embargo, las jóvenes solo recibirían 1,100 pesos; el resto sería retenido por un hombre identificado como “Saulo”.
Al llegar a México, fueron recogidas en una camioneta y trasladadas a una finca aislada en Cárdenas. A pesar de que sus amigas ya habían convivido previamente con los organizadores, lo que inicialmente les generó confianza, todo cambió al llegar al lugar. Los escoltas les quitaron sus teléfonos y tomaron fotografías bajo el pretexto de un “procedimiento rutinario”.
El momento del secuestro
En la finca, las jóvenes comenzaron a socializar y bailar, pero repentinamente fueron llevadas a una habitación donde los escoltas del cártel las obligaron a arrodillarse mientras apuntaban sus armas. En ese momento apareció el líder del CJNG, quien les informó que trabajarían para él debido a una deuda de Saulo con el cártel por 6,000 dólares. Las jóvenes se convirtieron en garantía para saldar esta deuda.
A partir de entonces, estuvieron bajo estricta vigilancia y recibieron amenazas constantes. Según “Sofía”, cualquier señal de desobediencia o llanto sería castigada con la muerte.
La experiencia dentro del cautiverio
Durante su cautiverio, las jóvenes fueron obligadas a participar en actividades controladas por el cártel. Aunque “Sofía” asegura que no fue forzada a realizar actos sexuales debido a que el líder quiso quedarse con ella y prohibió que otros se le acercaran, sus amigas no corrieron con la misma suerte: algunas confesaron haber sido abusadas por varios escoltas.
Posteriormente, fueron trasladadas a otra propiedad donde conocieron a una mujer llamada “Susi”, identificada como fugitiva de la justicia mexicana. Allí se les permitió comunicarse brevemente con sus familias bajo estrictas condiciones: si alguien enviaba su ubicación, todas serían asesinadas.
Reflexión sobre el caso
El testimonio de “Sofía” expone cómo los cárteles mexicanos utilizan métodos sofisticados para engañar y explotar tanto a nacionales como extranjeras. Este caso también resalta la vulnerabilidad de las mujeres frente al crimen organizado y la necesidad urgente de estrategias preventivas y operativos efectivos para combatir estas redes criminales.
Con informacion: LAOPINION/
Ella culeo porque le convenía y las demás porque no les quedaba de otra.
ResponderBorrarPero así de cerca están en las calles y tan lejos de los ojos de quien cobra por vigilar.
Una pena tener jeta para mantenerse en el puesto con tan pocos resultados.