Seis exsecretarios de Salud de México emitieron 14 recomendaciones urgentes para cambiar las medidas para controlar la epidemia del COVID-19, debido a que la estrategia del gobierno federal no ha obtenido los resultados esperados.
De no tomarse medidas como el uso obligatorio de cubrebocas, sobre todo en espacios cerrados, entre 130 y 157 mil personas podrían fallecer por la enfermedad, advirtió Julio Frenk Mora, quien fuera secretario de Salud durante el sexenio de Vicente Fox.
Las medidas forman parte de un análisis conjunto titulado La gestión de la pandemia en México, que fue presentado en un foro organizado por Pensando en México. Este es el primer balance general elaborado hasta julio-agosto que se presenta en el país.
El documento fue elaborado por los exsecretarios Frenk Mora, Salomón Chertorivski, Guillermo Soberón, José Ángel Córdoba, Mercedes Juan López y José Narro.
Conoce las 14 medidas
Salomón Chertorivski presentó las 14 medidas urgentes propuestas para un lapso de ocho semanas. Esto tendría un costo aproximado de 20 mil millones de pesos.
La primera medida es concientizar a la población que será una epidemia larga para que no se relajen las medidas.
“Como todo el tiempo ha habido esta idea triunfalista de que ya lo logramos, que ya llegamos al pico, que ya lo superamos, que ya lo domamos, se ha perdido en la sociedad la conciencia de que esta será larga”, dijo.
Como segundo punto está la creación de Base de Datos Nacional para el seguimiento de rastreo y contactos, así como datos del número de fallecidos. Lo anterior permitirá una mejor toma de decisiones en materia de política sanitaria.
También se propuso, como tercer aspecto, implementar una epidemiología de precisión, que consiste en el aumento de pruebas PCR para detectar zonas de alto contagio y rebrotes. El documento propone la realización de 127 mil semanalmente por ocho semanas.
El cuarto punto es la realización de una encuesta serológica a nivel nacional para hacer una estimación de la población que ha tenido el virus y por tanto, generaron anticuerpos.
En quinto lugar se propone un plan de ocho semanas para implementar las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para poder controlar la epidemia.
Chertorivski aseguró que es posible controlar una pandemia en este periodo si se siguen medidas como el uso de cubrebocas en lugares cerrados, ventilación de espacios y la detección temprana de casos.
El sexto punto es una nueva política de comunicación sobre la enfermedad. El exsecretario declaró que no se puede continuar con la frase “si te sientes mal, quédate en casa”. Debido a esta estrategia, dijo, 79 por ciento de las personas que han fallecido no llegaron a los cuidados intensivos.
El punto siete es mejorar y unificar la atención a los enfermos enfocando los recursos y esfuerzos de todos los especialistas del país.
En octavo lugar plantea una disciplina social con medidas determinantes como el uso de cubrebocas obligatorio y distanciamiento social, ya que estas medidas recaen en la población.
El punto nueve propone un plan de coordinación entre las autoridades federales y estatales, encabezado por el Consejo de Salubridad General.
En décimo lugar se necesita una política económica para quedarse en casa, debido a que las medidas de confinamiento no son suficientes por sí solas. “Se necesita plantear un ingreso mínimo vital para todos aquellos, sobre todo a los que se les pida confinamiento”, dijo Chertorivski.
El punto 11 señala la creación de un comité científico del más alto nivel para evaluar y dar seguimiento a las decisiones sobre la epidemia.
Por otra parte, como aspecto 12, sugieren una Ley de Cuarentena para establecer derechos individuales y colectivos, y obligaciones en una emergencia sanitaria. Dicha ley deberá ser discutida y en su caso aprobada por el Congreso de la Unión
El punto 13 propone una campaña de vacunación extraordinaria contra la influenza para evitar una sindemia, es decir, el conjunto de más de una epidemia en el mismo lapso de tiempo.
Por último, plantea preparar logística de vacunación contra SARS-CoV-2: resguardo, distribución justa y eficiente de la misma.
El plan de ocho semanas será enviado a las autoridades sanitarias federales, estatales, así como a los legisladores para que sea considerado el análisis realizado por los seis exsecretarios de Salud.
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