Este fin de semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo en Guanajuato, inaugurando cuarteles para la Guardia Nacional. En Pénjamo, pronunció un discurso que vale la pena recuperar:
“¿Por qué se están construyendo estas instalaciones?
Porque queremos que no le falte nada a la Guardia Nacional… y también que tengan estas instalaciones para el descanso, para la capacitación, a diferencia de la Policía Federal, que en 20 años no pudo consolidarse como institución de seguridad, porque solo llegó a tener en sus mejores tiempos 36 mil elementos y efectivos, realmente 10 mil, 26 mil dedicados a asuntos administrativos.
Ahora la Guardia Nacional ya está cerca de contar con 80 mil elementos en 14 meses.”
Estas afirmaciones merecen múltiples comentarios:
1. No es cierto que la Policía Federal solo tuviese 10 mil elementos operativos. El presidente y su equipo llegaron a ese número descontando del estado de fuerza de la PF a cualquier persona que trabajase desde un escritorio, así fuese un analista de inteligencia, un investigador o un especialista en cibercrimen. En la visión presidencial, todos ellos son relegados al papel oprobioso de “personal administrativo”, como si solo se necesitase músculo en una policía. Con esa resta quedan sólo 20 mil policías federales. Dividido entre dos turnos, se llega a la cifra mágica de 10 mil.
2. La afirmación de que la Guardia Nacional ya está cerca de contar con 80 mil elementos merece uno o varios asteriscos. El último dato oficial que se conoce proviene de un reporte hecho público el 17 de diciembre: en ese momento, la GN contaba con 74,437 elementos. Según una nota publicada en Animal Político, un reporte presentado en la plenaria de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados al pasado 30 de enero ubicó el estado de fuerza en 76 mil elementos. Pero, de acuerdo al reporte de diciembre, del total de elementos de la GN, 13,954 serían efectivos de Sedena y Semar “en apoyo a la Guardia Nacional”. Es decir, militares en calidad de préstamo temporal.
3. Excluyendo a esos elementos prestados, la GN se compondría aproximadamente de 35 mil elementos de Policía Militar, 6,800 de Policía Naval y 19 mil de Policía Federal. Pero aquí hay un punto importante: todos esos elementos ya estaban desplegados y realizando labores de seguridad pública antes de la creación de la GN. Lo mismo aplica para los soldados y marinos que ahora se dicen “en apoyo a la GN”. En la práctica, no ha habido prácticamente ningún incremento en el estado de fuerza.
4. Hay asimismo un detalle adicional: exceptuando a los elementos heredados de la PF, nadie trabaja formalmente en la GN. En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, se le otorgan a la Guardia Nacional 3.8 mil millones de pesos, de los cuales 2.8 mil millones de pesos son para servicios personales. Eso no alcanza ni para el arranque. Pero, además, el presupuesto para servicios personales de la Guardia Nacional sólo incorpora dos conceptos: remuneraciones especiales y adicionales (es decir, bonos e incentivos) y seguridad social. Dicho de otro modo, no se le dio dinero a la Guardia Nacional para pagar sueldos, sino solo para pagar un sobresueldo que homologue la remuneración de los militares con la de los policías federales. Eso significa que 80% de los elementos de la GN tienen plaza y siguen en la nómina de otras dependencias (Sedena y Semar). Eso no pasa en ninguna otra institución pública en el país.
Con todo el respeto que merece el presidente López Obrador, eso es una pantomima administrativa, no una institución consolidada.
El miércoles les platico de los cuarteles.
Fuente.-alejandrohope@outlook.com.
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