La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) analiza la conformación de un grupo militar para cuidar al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
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Fuentes consultadas afirman que éste estaría integrado por miembros del extinto Estado Mayor Presidencial, especializados en "seguridad inmediata".
Para ello, mandos de la Sedena revisan qué escoltas de primer nivel que estuvieron a cargo de la protección de ex Presidentes y ex Secretarios continúan en el Ejército, pues una vez que se anunció la desaparición de esa corporación muchos pidieron su retiro anticipado.
El argumento es que ante las circunstancias por las que atraviesa el País, cada vez "será más complejo" que no cuente con un grupo especializado.
Esta inquietud se dio antes de que el pasado 30 de abril el Senado formalizara la desaparición del EMP y aprobara un artículo transitorio a la Ley Orgánica del Ejército y la Fuerza Aérea que da un plazo de 60 días a la Secretaría de Seguridad para crear un cuerpo de seguridad al servicio del Presidente, integrado, en lo necesario, por elementos de la "Fuerza Armada Permanente".
"El 4 de abril, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, en Guanajuato, amenazó a nuestro Presidente con enviarle un regalo explosivo a su casa. El Presidente de la República debe ser salvaguardado en su integridad física", argumentó el senador Dante Delgado al proponer el agregado.
La reforma se envió a la Cámara de Diputados para su aprobación.
Aunque el Estado Mayor contaba con casi 2 mil elementos y civiles para organizar las actividades del Presidente, su seguridad inmediata recaía en un grupo de 150 escoltas especializados, de los cuales asignaban a unos 35 por evento.
Además de tener una ayudantía de 47 uniformados para asuntos personales.
Ante el rechazo de López Obrador de mantener al Estado Mayor o a una agrupación similar, se evalúa el diseño y cómo podría operar para no generarle incomodidad y, posteriormente, hacerle una propuesta concreta.
El Mandatario cuenta con una ayudantía integrada por civiles sin experiencia en materia de seguridad.
Sin embargo, en todas sus giras que realiza por los estados o actos públicos afuera de Palacio Nacional, el Presidente es resguardado por militares, quienes se ubican a distancia y vestidos de civil.
En sus últimas visitas por entidades federativas se han observado destacamentos de soldados o marinos, así como de la Policía Federal, en los alrededores.
fuente.-
Para ello, mandos de la Sedena revisan qué escoltas de primer nivel que estuvieron a cargo de la protección de ex Presidentes y ex Secretarios continúan en el Ejército, pues una vez que se anunció la desaparición de esa corporación muchos pidieron su retiro anticipado.
El argumento es que ante las circunstancias por las que atraviesa el País, cada vez "será más complejo" que no cuente con un grupo especializado.
Esta inquietud se dio antes de que el pasado 30 de abril el Senado formalizara la desaparición del EMP y aprobara un artículo transitorio a la Ley Orgánica del Ejército y la Fuerza Aérea que da un plazo de 60 días a la Secretaría de Seguridad para crear un cuerpo de seguridad al servicio del Presidente, integrado, en lo necesario, por elementos de la "Fuerza Armada Permanente".
"El 4 de abril, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, en Guanajuato, amenazó a nuestro Presidente con enviarle un regalo explosivo a su casa. El Presidente de la República debe ser salvaguardado en su integridad física", argumentó el senador Dante Delgado al proponer el agregado.
La reforma se envió a la Cámara de Diputados para su aprobación.
Aunque el Estado Mayor contaba con casi 2 mil elementos y civiles para organizar las actividades del Presidente, su seguridad inmediata recaía en un grupo de 150 escoltas especializados, de los cuales asignaban a unos 35 por evento.
Además de tener una ayudantía de 47 uniformados para asuntos personales.
Ante el rechazo de López Obrador de mantener al Estado Mayor o a una agrupación similar, se evalúa el diseño y cómo podría operar para no generarle incomodidad y, posteriormente, hacerle una propuesta concreta.
El Mandatario cuenta con una ayudantía integrada por civiles sin experiencia en materia de seguridad.
Sin embargo, en todas sus giras que realiza por los estados o actos públicos afuera de Palacio Nacional, el Presidente es resguardado por militares, quienes se ubican a distancia y vestidos de civil.
En sus últimas visitas por entidades federativas se han observado destacamentos de soldados o marinos, así como de la Policía Federal, en los alrededores.
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