Desde el primer día del primer año de la LXIV Legislatura, los diputados y diputadas “imprimieron su sello al trabajo en el Salón de Sesiones, que lució sucio y como si las curules hubieran sido ocupadas por niños.
Los trabajadores de limpia del Palacio Legislativo quedaron boquiabiertos pues entre sus tareas tuvieron que despegar chicles, “desincrustar” cáscaras de pepitas, de pistaches y de cuanta botana los legisladores de las bancadas de Morena —la mayoría legislativa del Congreso de la Unión—, del PT, PES, PRD, PAN, PRI y MC, dejaron como cortesía en sus lugares durante los días de sesión.
Eso, entre otros desperdicios, como cáscaras de plátano, cócteles de fruta sin tocar, latas vacías de refresco y botellitas de agua tiradas en la alfombra verde, una imagen contada diversas veces por los trabajadores de limpia, la cual en algunos momentos pudo constatar este diario.
Una de estas veces fue durante la maratónica sesión en la que se discutió y aprobó la creación de la Guardia Nacional.
Tras abrazos y saludos entre casi todos los legisladores, quedó una estela de basura. Era posible pensar que los diputados y diputadas hasta se arrojaban servilletas de una curul a otra.
Pese a esta imagen que daban los congresistas mexicanos, lo que más preocupó y enojó a la Presidencia de la Mesa Directiva, a cargo del octagenario Porfirio Muñoz Ledo, fueron las constantes faltas de los legisladores. Una fuente cercana a los integrantes de la Mesa Directiva confirmó a Crónica que está situación ya era un “dolor de cabeza” para Muñoz Ledo.
“Ya no sabe qué hacer para que vengan los diputados y diputadas. Faltan mucho”.
Un caso recurrente fue el de Gabriela Cuevas, la expanista convertida a morenista, de quien se sabe tuvo más presencia en el extranjero que en los encuentros parlamentarios.
De estas ausencias también se desprende el porqué luego los números no le salían a Mario Delgado, coordinador de la Junta de Coordinación Política, para sacar avante las reformas constitucionales anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es decir, la agenda del Jefe del Ejecutivo.
Las faltas de los congresistas de Morena fueron el motivo por el que no pasara en el Senado de la República la reforma educativa, y ante un nuevo escenario para su aprobación, en periodo extraordinario, el pasado jueves Martí Batres, líder de la Cámara alta, llamó a sus correligionarios a no faltar.
El próximo periodo de sesiones de la Cámara de Diputados arrancará en septiembre; sin embargo, a los legisladores les esperan dos periodos extraordinarios para sacar adelante reformas en materia de seguridad, educación y el Plan Nacional de Desarrollo, el eje de la política pública para México, entre otros.
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