El Secretario de Seguridad del Estado, el abogado Aldo Fasci, airadamente calificó como una vergüenza la desaparición del reloj del joven sampetrino que fue asesinado el domingo en el centro comercial Plaza Tanarah de la no tan blindada zona Del Valle, ello después de resistirse a que sus asesinos le robaran la prenda, un reloj Rolex Oyster Perpetual, con valor de unos 300 mil pesos.
El despojo habría ocurrido a manos de quienes, rescatistas o policías, movilizaron al herido, quien finalmente murió en el hospital, al que llegó sin el reloj, que todavía tenía cuando empezaron las cadenas de auxilio y custodia, ambas lamentablemente infructuosas.
"Es una vergüenza", dijo Fasci. "Eso no puede ser, se va a investigar a quien sea, y no porque se lo robaron, no puede ser que no esté. La cadena de custodia se rompió, porque sí estaba en cadena de custodia, y todos los elementos que participaron serán investigados, no se puede tolerar".
Claro que lo ocurrido es vergonzoso. Pero no me refiero al robo de su reloj a un moribundo ya agónico por sus supuestos rescatistas y protectores, sino a la infame acción cometida por sus asesinos y a la mortal inseguridad en la que vivimos los nuevoleoneses, en días y circunstancias que ingenuamente creíamos que eran cosa juzgada y pasada.
Es una vergüenza que el esperanzador futuro de un hijo de familia recientemente graduado universitario, con una vida productiva y larga por delante haya sido víctima de asaltantes devenidos codiciosamente en homicidas por otra razón asaz vergonzosa y condenable: la desvergüenza con que nuestra seguridad pública ha sido prevenida y administrada, con la misma irresponsabilidad criminal de las administraciones anteriores.
Y aunque el abogado Fasci haya sido y sea nuevamente parte ejecutiva de esta Administración y haya trabajado para varias anteriores, cuando menos una de las de antes en la misma área de protección ciudadana, no me refiero a él -o no sólo a él- al hablar de irresponsabilidad de la Administración, sino al Gobierno estatal en su más alta expresión, enfáticamente digamos el Gobierno de Jaime Rodríguez Calderón.
Durante los últimos tres años, los primeros de su Gubernatura, el Gobernador simplemente dejó el mando y la ejecución en manos de ujieres apurados, más por ayudar a su omiso jefe en lograr el sueño demencial de una Presidencia de la República inalcanzable, que por hacer la tarea que, indebidamente, puso en sus manos.
La muerte del joven sampetrino en Plaza Tanarah y las de otra docena de personas que tampoco debían morir, todos en un mismo fin de semana violento y mortal en este pueblo desgobernado y sin ley, son la verdadera vergüenza y deben cubrirnos a todos, pues todos somos culpables sin ninguna excepción.
Somos culpables de haber elegido mal a un Gobernador que no quería gobernarnos, sino vengarse del partido en el que se corrompió y al que corrompió, por no promoverlo más allá de su nivel de incompetencia, que era el municipio de García y, eso, exagerando sus capacidades y talentos.
Los trágicos sucesos del fin de semana y de todos los pasados y futuros fines de semana son una vergüenza, ante la cual el robo del Rolex es una tontería trágica, sí, pero imperceptible en la gran tragedia que vive nuestro Estado, gobernado sin gobierno por un irresponsable peligroso, cuya incompetencia y omisión causó la muerte del joven sampetrino en Plaza Tanarah y las de muchos otros en muchos rincones oscuros, pero no menos lastimados, de este Estado.
Que guarde Aldo su molestia por el robo del Rolex y la exprese impotente por los crímenes verdaderos, los que, como el mismo Secretario de Seguridad dijo hace días, están por venir.
Estos muertos no descansan en paz. Imposible.
Fuente.-diazgarza@gmail.com
El despojo habría ocurrido a manos de quienes, rescatistas o policías, movilizaron al herido, quien finalmente murió en el hospital, al que llegó sin el reloj, que todavía tenía cuando empezaron las cadenas de auxilio y custodia, ambas lamentablemente infructuosas.
"Es una vergüenza", dijo Fasci. "Eso no puede ser, se va a investigar a quien sea, y no porque se lo robaron, no puede ser que no esté. La cadena de custodia se rompió, porque sí estaba en cadena de custodia, y todos los elementos que participaron serán investigados, no se puede tolerar".
Claro que lo ocurrido es vergonzoso. Pero no me refiero al robo de su reloj a un moribundo ya agónico por sus supuestos rescatistas y protectores, sino a la infame acción cometida por sus asesinos y a la mortal inseguridad en la que vivimos los nuevoleoneses, en días y circunstancias que ingenuamente creíamos que eran cosa juzgada y pasada.
Es una vergüenza que el esperanzador futuro de un hijo de familia recientemente graduado universitario, con una vida productiva y larga por delante haya sido víctima de asaltantes devenidos codiciosamente en homicidas por otra razón asaz vergonzosa y condenable: la desvergüenza con que nuestra seguridad pública ha sido prevenida y administrada, con la misma irresponsabilidad criminal de las administraciones anteriores.
Y aunque el abogado Fasci haya sido y sea nuevamente parte ejecutiva de esta Administración y haya trabajado para varias anteriores, cuando menos una de las de antes en la misma área de protección ciudadana, no me refiero a él -o no sólo a él- al hablar de irresponsabilidad de la Administración, sino al Gobierno estatal en su más alta expresión, enfáticamente digamos el Gobierno de Jaime Rodríguez Calderón.
Durante los últimos tres años, los primeros de su Gubernatura, el Gobernador simplemente dejó el mando y la ejecución en manos de ujieres apurados, más por ayudar a su omiso jefe en lograr el sueño demencial de una Presidencia de la República inalcanzable, que por hacer la tarea que, indebidamente, puso en sus manos.
La muerte del joven sampetrino en Plaza Tanarah y las de otra docena de personas que tampoco debían morir, todos en un mismo fin de semana violento y mortal en este pueblo desgobernado y sin ley, son la verdadera vergüenza y deben cubrirnos a todos, pues todos somos culpables sin ninguna excepción.
Somos culpables de haber elegido mal a un Gobernador que no quería gobernarnos, sino vengarse del partido en el que se corrompió y al que corrompió, por no promoverlo más allá de su nivel de incompetencia, que era el municipio de García y, eso, exagerando sus capacidades y talentos.
Los trágicos sucesos del fin de semana y de todos los pasados y futuros fines de semana son una vergüenza, ante la cual el robo del Rolex es una tontería trágica, sí, pero imperceptible en la gran tragedia que vive nuestro Estado, gobernado sin gobierno por un irresponsable peligroso, cuya incompetencia y omisión causó la muerte del joven sampetrino en Plaza Tanarah y las de muchos otros en muchos rincones oscuros, pero no menos lastimados, de este Estado.
Que guarde Aldo su molestia por el robo del Rolex y la exprese impotente por los crímenes verdaderos, los que, como el mismo Secretario de Seguridad dijo hace días, están por venir.
Estos muertos no descansan en paz. Imposible.
Fuente.-diazgarza@gmail.com
(imagen/twitter)
Administrador.....no crees que es uma reverenda estupidez echarle la culpa de ese robo de reloj al tal jaime y al otro puñetas???eso pasa.a cada rato y en todo el mundo ,si ,e accidentas los transeuntes que se acercan te bolsean y te kitan cel o carteras.,cadenas de oro etc y en mexico todos sabemos que vale madres todos roban al k se deja y al ke no se lo kiebran los papas del joven lo sentenciaron con ese regalo y sin escolta,algo muy estupido sabiendo como estan las cosas en san peter,en todo territorio nacional esta de la.verga con los robos del.celulares ,estereos,baterias de auto y usar un rolex sea usado viejo de 30mil o ese.de 300mil y sin guaruras es jugarle al.vergas....pero echarle.la.culpa al.gober,fiscal,presidente,amlo ,jefe de bomberos etc no mames,hasta parece k.eres.alta alcurnia...mejor.dejemos ke los.malandros.se xhinguen a ese rata paramedio o policia o enfermero k se lo robo o persona civil y lo.hayen decapitado..
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