La noche del 7 de febrero, Juan Daniel, de 23 años, salió en su camioneta a comprar cervezas para una celebración familiar. A metros de su casa fue emboscado por elementos de la policía estatal y acribillado. El vehículo del joven recibió 236 disparos.
AL JEFE DE POLICIAS LO DESTAZARON
A raíz de este hecho inició la campaña No dispares, soy inocente, en la que automovilistas, con calcomanías y letreros en sus vehículos, buscan que la policía los distinga de grupos armados durante una contingencia. En Río Bravo, fueron los propios familares de Juan Daniel los que iniciaron la entrega de calcomanías para que los conductores las pegaran en sus vehículos.
Cabeza de Vaca LOS DEJA ESCAPAR
“Policía Estatal Acreditable, no disparen. Soy Daniel, no me mates soy inocente”, puede verse en la estampa, que cuenta con una paloma de la paz.
Además, pintaron algunos vehículos con frases como: “Estatales, ¡no disparen, soy inocente!”, “Trabajo honestamente y siempre viajo con mi niño de seis años”, “No me dispares”, “No tengo dinero”, “No me secuestres”.
La campaña tuvo tal aceptación que se ha replicado en las ciudades de Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, donde también se han registrado muertes de personas inocentes durante operativos oficiales, así como en enfrentamientos con grupos armados.
La camioneta Silverado blanca en que se desplazaba Juan Daniel tiene 236 impactos de arma de fuego, de acuerdo con las autoridades. Se estima que el joven recibió, al menos, 50 balas.
El caso de Juan Daniel es segundo en cinco meses en que un civil inocente muere a por disparos de agentes de la policía estatal.
La masacre
El llanto desgarrador de María Guadalupe cimbró el municipio de Río Bravo la noche del 7 de febrero, cuando elementos de la policía estatal asesinaron a su hijo, de 23 años de edad.
“¿Por qué son tan ineptos? No están capacitados para portar armas. ¡No saben!”, gritaba María Guadalupe mientras abrazaba una fotografía de su hijo Juan Daniel, ingeniero de profesión y empleado en la maquiladora Eaton, en Reynosa.
“Me lo mataron, me lo mataron. Él [su hijo] les gritaba que no dispararan”, recuerda.
Diego Ortiz, padre de Juan Daniel, fue la última persona que pudo comunicarse con el joven quien salió a comprar cervezas para una celebración familiar.
“Pasaron 15 minutos y se escucharon unas detonaciones. Le hablé dos veces, la segunda me contestó. Él les decía que no le dispararan. Eran las 9 [de la noche] con 10 minutos. Yo fui allá con ellos y les decía: ‘¡Es inocente, mi hijo es inocente!’, pero ellos seguían disparando.
Ciudadanos de Río Bravo pintaron mensajes en sus vehículos para que los policías estatales no los confundan con delincuentes.
“Ellos [los policías estatales] me decían que no me acercara porque también me iban a disparar. Les dije que mi hijo no traía armas, que estaba solo”, relata don Diego.
“Fue un asesinato, esto fue un asesinato, lo asesinaron los estatales. Yo le decía: ‘Papacito, cuídate cuando veas a esa gente [delincuentes]’, pero de los estatales nunca le advertí porque no pensé que fueran a hacer esto. Mi hijo no llevaba armas, era un hombre bueno, ellos [los agentes] le sembraron las armas”, lamenta María Guadalupe.
La madre del joven no estaba tan equivocada: la camioneta Silverado blanca en que su hijo se desplazaba por el Puente Elevado de la Brecha 109 tiene 236 impactos de arma de fuego, de acuerdo con el peritaje realizado por las autoridades del estado de Tamaulipas.
Se estima que el cuerpo de Juan Daniel recibió, al menos, 50 de las 236 balas que los estatales dispararon hacia el vehículo del joven.
El último adiós a Juan Daniel se llevó a cabo el 9 de febrero por la mañana. El cuerpo del joven fue velado afuera de su domicilio y sepultado por la tarde a tres cuadras del lugar, en el panteón municipal.
El mismo día, la Universidad Tecnológica de Tamaulipas Norte publicó un comunicado en redes sociales en el cual lamentó el fallecimiento del joven, quien era egresado de la institución en la carrera de Mantenimiento Industrial.
Los padres de Juan Daniel intentaron detener el ataque de los policías estatales contra su hijo, pero sólo obtuvieron amenazas.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas giró el 13 de febrero una orden de aprehensión contra ocho elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal por su probable participación en el delito de homicidio calificado de Juan Daniel. Hasta anoche todos estaban prófugos.
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