Tamaulipas, tierra donde los dados no ruedan solos y donde el discurso oficial federal humanista jura combatir la “corrupción del juego” con una pureza casi apostólica,la ruleta esta amañada. Resulta que los operadores del negocio del azar,El Casino Versalles del capo de los «Escorpiones», Alfredo Cardenas alias El Contador , ligado al Cartel del Golfo y Americo Villarreal,uno de sus padrinos en el poder politico-criminal de Morena, siguen en pie, intocables, mientras los reflectores judiciales iluminan solo a los casinos con el apellido equivocado: los que orbitan alrededor de Ricardo Salinas Pliego,ya declarado enemigo del gobierno federal.
Que dice EL NORTE:
El Gobierno mexicano clausuró 13 casinos con establecimientos y plataformas digitales por operaciones millonarias en efectivo, flujos internacionales y que estarían relacionados con el crimen organizado. Dos, «Ganador Azteca» y «Operadora Ganadora Tv Azteca», son filiales de juegos y sorteos de Grupo Salinas.
La empresa de Ricardo Salinas dijo que la Procuraduría Fiscal y la Unidad de Inteligencia Financiera les notificó del inicio de una investigación por lavado de dinero. «Es una acción más de acoso y persecución sistemática del Estado», acusó.
Hacienda informó que los 13 casinos suspendidos operaban en Jalisco, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Baja California, Estado de México, Chiapas y la CDMX.
De acuerdo con los patrones detectados en el análisis financiero, algunos de estos establecimientos operaron con transferencias hacia países como Estados Unidos, Rumania, Albania, Malta, Panamá; así como a través de plataformas digitales, lo que facilitaba la dispersión de recursos ilícitos, su ocultamiento y su reinserción al sistema financiero mexicano e internacional.
Hacienda detalló en un comunicado que, adicionalmente, se identificó que las plataformas digitales utilizaban a personas con perfiles económicos no acordes con la cantidad de dinero recibido como amas de casa, estudiantes, jubilados, desempleados, quienes a cambio de un porcentaje transferían la totalidad de los fondos a los verdaderos dueños, legitimando los ingresos aparentemente obtenidos en juegos.
Aqui los golpes mediáticos se reparten con precisión quirúrgica. Los casinos de los rivales sirven de trofeo público: aseguran titulares, distraen al votante, pintan de moral el expediente. Pero los otros, los que se codean conen el gobierno , gozan de una tolerancia tan cínica que ya ni disimulan. La mano que firma los decomisos es la misma que estrecha acuerdos en reservados de alfombra gruesa.
Nada nuevo bajo el sol tamaulipeco: los vínculos entre juego, política y crimen son un matrimonio de conveniencia que solo cambia de traje según el sexenio. En la fachada se habla de “ordenar” y “limpiar” la industria. Detrás de la puerta, siguen circulando las cuotas, los favores y las fichas marcadas por los escorpiones de siempre.
Si de verdad el combate fuera en serio y no una «venganza estomacal», la suerte correría pareja. Pero parece que en este casino llamado gobierno, la casa siempre gana… y la moral entra al juego solo cuando conviene a la narrativa del poder.
Una analogía dibuja claramente la embestida oficial contra Salinas Pliego y tuvo su aparición en Sinaloa al inicio del combate al crimen organizado por parte del gobierno,tuvieron que pasar varios meses despues de intentos fallidos de pacificar al Cartel por la via del arreglo, sello de la caza de Omar García Harfuch,para que las autoridades de todos niveles descubrieran camaras de vigilancia por aqui y por alla, cuando siempre estuvieron a la vista de todos y todos a la vista de ellas», que causalidad.
Que nos dice House of Cards
Frank Underwood, el presidente más maquiavélico de la saga de House of Cards en Netflix, tiene varias frases que resumen esa postura cuando se enfrenta al gobierno y a sus adversarios:
- “Por quienes trepamos la cadena alimenticia, no puede haber misericordia. Solo hay una regla: cazar o ser cazado”.
- “El camino hacia el poder está pavimentado con hipocresía y víctimas. Nunca te arrepientas”.
Frank Underwood ejemplifica el choque entre el poder político y el económico con una de sus frases más memorables: “El dinero es la gran mansión en Sarasota que empieza a caerse a pedazos después de 10 años. El poder es el viejo edificio de roca que resiste durante siglos”. Esta analogía deja claro que, para él, el dinero puede comprar influencia inmediata, pero el poder político es mayor.
En House of Cards, Underwood sostiene que quienes se conforman con acumular dinero, están apostando por una riqueza efímera frente a la permanencia del poder, que a ojos del presidente, es lo único verdaderamente duradero en la arquitectura del dominio social y la política.
Underwood nunca pelea directamente con el gobierno: lo manipula, lo desafía y lo ridiculiza, demostrando que en los altos niveles la moral y la ley son armas intercambiables según convenga a los que realmente controlan el tablero, pero sabe que en esta lucha es difícil ganarle al gobierno.
Con informacion: ELNORTE/ ARISTEGUI NOTICIAS/
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