Parece que la “guerra” contra el narco sigue produciendo más preguntas que certezas. Ahora resulta que una red movía cocaína por vuelos comerciales, desde la mismísima Terminal 2 del AICM hasta Tijuana, y nadie —absolutamente nadie— se daba cuenta. O más bien, nadie quería darse cuenta.
El operativo conjunto de la Marina y la FGR presume 271 paquetes de cocaína asegurados que arrojaron pesos e 270 kilos y cuatro detenidos que huelen a mandaeros, pero lo que no explica es cómo pudieron eludir la infraestructura federal, pues no pasaban por rayos X. ¿Magia institucional con cara de mafia o ya la costumbre de la casa?
La versión oficial celebra la afectación de noventa y pico millones de pesos al crimen organizado. Pero ya sabemos lo que eso significa: un golpe contable más que estructural. Porque si de verdad la droga entraba y salía sin revisión, entonces alguien con uniforme y placas también formaba parte del embarque. Y eso no lo cubre ningún boletín de prensa.
No es la primera vez que el AICM se convierte en escenario de este teatro de sombras. Ya en el pasado hubo historias de federales con privilegios de paso, vuelos “blindados” a la vista de todos y decomisos que huelen más a ajuste de cuentas que a justicia. Que no pasen por rayos X, dicen; pues claro, los rayos X detectan paquetes, no jerarquías.
En el colmo de la desfachatez, en 2019 del gobierno de Andres Manuel Lopez Obrador nombró encargado del aeropuerto de CDMX a Policia Federal detenido por delincuencia organizada en 2009.
Así que mientras los comunicados repiten la fórmula de “operativo exitoso”, la duda sigue flotando: ¿de verdad estamos viendo una red criminal desmantelada o apenas el relevo administrativo de una vieja complicidad ?
Con informacion: ELNORTE/
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