La Asociación Nacional de Transportistas (Antac) y el Frente Nacional de Rescate del Campo (FNRCM) tienen programado un paro nacional que tiene el objetivo de que sea el gobierno quien se acerque a dialogar, pues dicen, ellos ya se acercaron al Gobierno de Claudia Sheinbaum,sin resultados satisfactorios.
Pero esta inminente amenaza de paro nacional lanzada por campesinos y transportistas es cualquier cosa menos un grito tímido: es un rugido desafiante que retumba por las carreteras del país, advirtiendo a autoridades y ciudadanos que el 24 de noviembre no será un lunes cualquiera, sino el día en que «no saquemos un solo viaje» y «cerremos en su totalidad las carreteras» hasta que el Estado asuma sus responsabilidades.
Esto no es un simple pliego petitorio; es un ultimátum, barnizado de hartazgo y solidaridad férrea.
Que dice el video desafiante:
Los líderes de ambos sectores,Campesino y Transportista, no se anduvieron por las ramas. Algunos de los dardos más filosos fueron:
- «Les pedimos en este momento a toda la ciudadanía, a todos los mexicanos que no salgan ese día porque no hay espacio. […] Principalmente a los operadores, a todos los transportistas del país, a que no saquemos un solo viaje».
- «Nos tienen que buscar el gobierno para buscar la solución a los problemas que nos acajan a nosotros, que es la inseguridad, la extorsión en los 32 estados de nuestro país de los cuales sufrimos».
- «El lunes 24 de noviembre nos vamos a la toma de carreteras, al cierre total y a la toma de la industria y a la toma de las aduanas en la frontera norte […] vamos a tapar la industria y vamos a tapar las aduanas y que venga lo que tenga que venir».
- «A los transportistas de carga les pedimos su consideración, sus apoyos, su solidaridad en los retenes donde van a estar en las diferentes carreteras todos los compañeros. Vamos a cerrar en su totalidad las carreteras, no va a haber tránsito para nadie».
Amagos de fuerza y contexto nacional
La coalición entre campesinos y transportistas se autoproclama como «la vértebra de la economía», una dupla que no solo mueve mercancías y alimentos, sino también la balanza del caos y el orden nacional. Rechazan tajantemente cualquier “financiamiento externo” y apuntan contra medios “sayoteros”, señalando la pulcritud de su causa.
El llamado a la movilización incluye cerrar «las carreteras, la industria y las aduanas», no como rabieta espontánea, sino como el preciso movimiento táctico de quienes han agotado la paciencia y apuestan por el colapso si no son escuchados.
Los bloqueos están previstos en al menos 25 estados, con mayores afectaciones esperadas en Ciudad de México, Estado de México, Tamaulipas, Aguascalientes, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Veracruz, Puebla y Zacatecas, abarcando, entre otras, las carreteras México-Querétaro, México-Pachuca, México-Puebla y México-Cuernavaca.
El mensaje final
El mensaje es claro y no hay espacio para interpretaciones dulzonas: «Que venga lo que tenga que venir». Así, la alianza camionero-campesina se convierte, por un día, en el brazo ejecutor del México que ya se hartó de parches y exige cirugía mayor. Si el Estado no responde, que prepare el país para un lunes paralizado y para las consecuencias de ignorar el amago colectivo más desafiante del año.
Con informacion: MEDIOS/REDES/
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