Como si no fueran suficientes las marchas contra el gobierno que el mismo gobierno minimiza y acusa «mano negra», ahora resulta que el proximo 30 de noviembre ya esta programada otra,pero ahora sera de los militares que ya colgaron el uniforme, aunque no las ganas de reclamar.
Militares retirados que se duelen públicamente de «trucos de su ejercito’ van a exigir lo que de entrada les quitaron este año: ¡el aumento que les prometieron y nunca llegó, por lo que se dicen listos para reclamar el abandono institucional y de paso invitan a la Generación Z para que se sume al mitin para que los vean, los escuchen y no los dejen como carne de cañón administrativa.
Los militares retirados y pensionistas están hasta el gorro de que el gobierno les juegue al mago con los aumentos: sólo un sector recibió el mendrugo del 4%, mientras todo el país se ahoga en inflación y ellos, que se rifaron por México, ahora no pueden ni comprar casa, ni costear la vejez.
La disidencia advierten ,no es por colores ni partidos, es porque los mismos jefes que presumen lealtad, les dan la espalda en el retiro. Les regalaron discriminación en vez de reconocimiento; sólo la “tropa” activa vio aumentos mientras los oficiales, jubilados y viudas siguen cobrando centavos, como si el sacrificio fuera hobby y no profesión.
El ejército exige que no se les trate como números olvidados: quieren justicia, no promesas ni “trucos” bancarios. Así que, sí, la rebelión está servida: piden respeto real, y que la lealtad sea de ida y vuelta, no solo de abajo hacia arriba.




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