La desaparición de dos policías federales acurrida ayer en Zapopan,Jalsico, ya no local: la investigación sube de nivel y pasa directo al plano federal. Una decisión que suena más a desconfianza que a protocolo. Porque si algo ha quedado claro, es que la delincuencia en Jalisco no solo dispara: también piensa, observa y planea. Hace inteligencia. Y a veces, la suya funciona mejor que la oficial.
Las autoridades estatales, eso sí, se quedarán con las tareas de acompañamiento: revisar cámaras del Escudo Urbano C5 y hacer peritajes. Mientras tanto, los federales se adentran en un expediente que, según las propias declaraciones del Coordinador General Estratégico de Seguridad, Roberto Alarcón, huele más a una emboscada planificada que a un golpe de suerte criminal.
“No está pasando algo específico en Virreyes”, dijo Alarcón, casi como quien intenta apagar rumores con gasolina. “La delincuencia también hace inteligencia”, reconoció. Traducción libre: hay halcones, ojos y oídos en cada esquina, reportando cada movimiento de policías municipales, estatales o federales. Y cuando detectan que no hay vigilancia, actúan.
El mensaje entre líneas es claro: los criminales están un paso adelante. Saben quién entra, quién sale y cuándo conviene desaparecerlos. Las fuerzas del orden, mientras tanto, apenas alcanzan a revisar los videos.
El fiscal estatal, Salvador González de los Santos, prometió cooperación: peritajes, revisión de cámaras, y búsqueda de vehículos sospechosos. Pero la pista gruesa, las llamadas “líneas de investigación”, seguirán en manos de la Federación. En otras palabras: el Estado observa desde la banqueta mientras los federales intentan desenredar un caso que, más que un secuestro, parece un mensaje directo al estratega federal que le «juega al Batman,al caballero de la noche».
Con informacion: ELNORTE/
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