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martes, 16 de septiembre de 2025

«GOBERNADOR MORENO de PUEBLA como LACRA SOCIAL se CONVIRTIO en OPERADOR INSTITUCIONAL de la CULTURA PATRIARCAL HOMICIDA»…responsabilizó a las mujeres por el comportamiento de sus agresores.


La mas reciente declaración ‘babosa» del gobernador de Morena en Puebla, Alejandro Armenta ,se compone de varias frases, cada una portadora de problemáticas de estigmatización, revictimización y ocultamiento de la responsabilidad estatal que ya detonaron el reproche generalizado.

Con sus declaraciones,el gobernador dio muestras de ser parte de la lacra social,ese residuo inmundo del patriarcado: un colector tóxico donde convergen machismos, micromachismos, misoginia y trastornos morales heredados del poder rancio y masculino. No es sólo el asesino, es también la indiferencia oficial, el silencio cómplice de instituciones y la cascada de excusas que tratan de endilgarle la culpa a las víctimas, mientras el Estado saca las manos del lodazal y finge higiene.

Esta lacra está hecha de patriarcas con toga y burócratas con corbata que, sin mancharse de sangre directamente, perpetúan la impunidad y el desdén bajo el disfraz de discursos conservadores, seminarios, conferencias o políticas que sólo “atienden” el problema en los spots publicitarios.

Llamar a esta lacra por su nombre —y burlarse de su ridícula autodefensa— es denunciar sin anestesia: la cultura patriarcal homicida y sus operadores institucionales, retorciéndose para sobrevivir en cada excusa “oficial” y cada frase culpabilizadora.

Que dijo y como lo dijo: 

“Nos duele lo que sucede, lo que le sucede a una mujer victimada por una persona, no por el gobierno. El gobierno no reprime. Hay que cuidar con quién convivimos, hay que cuidar de quién nos hacemos pareja. Hay que cuidar a quién tenemos en casa. Hay que cuidar las amistades que nos hacemos. Hay que cuidar cuánto alcohol ingerimos en una fiesta, en un evento, para evitar una acción de esta naturaleza”.

A continuación te desmenuzamos en partes, identificando las acusaciones que justificadamente han surgido contra cada una : 

“Nos duele lo que sucede, lo que le sucede a una mujer victimada por una persona, no por el gobierno. El gobierno no reprime.”

  • Acusación: El gobernador deslinda al Estado de la responsabilidad en la violencia feminicida, ignorando estándares internacionales como la Sentencia de Campo Algodonero, que establecen que el Estado debe prevenir, investigar y sancionar la violencia de género . Justifica la inacción institucional y niega el rol estructural del Estado en los feminicidios.

“Hay que cuidar con quién convivimos, hay que cuidar de quién nos hacemos pareja.”

  • Acusación: Culpa indirectamente a la víctima por sus relaciones personales, cayendo en revictimización y reforzando estereotipos machistas que responsabilizan a las mujeres por el comportamiento de sus agresores. Desvía la responsabilidad de los perpetradores y del Estado.

“Hay que cuidar a quién tenemos en casa. Hay que cuidar las amistades que nos hacemos.”

  • Acusación: Profundiza el discurso culpabilizador mediante la insinuación de que la víctima no supo elegir a su círculo cercano, lo cual perpetúa prácticas de discriminación y estigmatización . Refuerza la idea de que la prevención depende únicamente de vigilar el entorno privado, eludiendo medidas estatales preventivas.

“Hay que cuidar cuánto alcohol ingerimos en una fiesta para evitar una acción de esta naturaleza.”

  • Acusación: Estigmatiza la vida social y el derecho de las mujeres a gozar libremente, asumiendo que el consumo de alcohol es causa de la violencia sufrida y responsabilizando a la víctima en vez de al agresor. Esta frase normaliza la cultura de la culpa y perpetúa mitos sobre la violencia de género.

Cada frase de la declaración ha sido motivo de graves críticas por parte de universidades, observatorios feministas y la sociedad civil, precisamente porque traslada la responsabilidad del feminicidio a la víctima y absuelve al Estado y a la cultura patriarcal que perpetúan la violencia.

Respuesta institucional y académica

La Universidad Iberoamericana Puebla, a través del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE), emitió un enérgico llamado a las autoridades para que se abstengan de promover discursos revictimizantes, recordando que la responsabilidad de los asesinatos es de quien comete el delito, no de la víctima La institución enfatizó que los feminicidios forman parte de un patrón sistemático de violencia de género que exige una respuesta estructural del Estado .

Condena del Observatorio Nacional

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF)calificó las declaraciones como «desafortunadas y peligrosas», ya que refuerzan estereotipos y culpan a las víctimas en lugar de reconocer la responsabilidad de los agresores y del Estado. La organización recordó que cada día 11 mujeres son asesinadas en México, siendo más de la mitad por violencia machista.

Cifras que contradicen el discurso oficial

A pesar de que Armenta proclama una reducción del 40-51% en feminicidios, Puebla registró 15 feminicidios entre enero y julio de 2025, colocándose en el lugar 13 a nivel nacional. Estas cifras contrastan con el discurso triunfalista del gobernador y evidencian la persistencia del problema estructural de violencia de género en la entidad [6].

Jurisprudencia internacional ignorada

El IDHIE recordó la Sentencia de Campo Algodonero de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que establece claramente que el Estado es responsable de garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia mediante la prevención de la discriminación y la erradicación de estereotipos de género sexistas. Las declaraciones de Armenta contradicen frontalmente estos estándares internacionales.

Estrategia de deflección

Posteriormente, el gobierno de Armenta intentó justificar las críticas alegando que sus declaraciones fueron «descontextualizadas» y que los ataques provenían de «granjas de bots», una estrategia típica para evitar asumir responsabilidad por declaraciones revictimizantes. Esta respuesta evidencia la falta de comprensión sobre la gravedad de culpabilizar a las víctimas de feminicidio.

Con informacion; PROCESO/

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