El líder de la bancada del PAN en el Senado, Ricardo Anaya, advirtió ayer que el costo financiero de la deuda pública previsto para el 2026, del orden de 1.6 billones de pesos, llevará a la quiebra del País.
Ricardo Anaya tiene razón en parte cuando dice que el costo de la deuda pública mexicana para 2026 —estimado en 1.6 billones de pesos, equivalentes al 4.1% del PIB— puede volverse insostenible, no porque “quiebre” literalmente al país, sino porque corre el riesgo de ahorcar al presupuesto público. La clave está en que la deuda no se está usando principalmente para generar crecimiento económico, sino para tapar agujeros y pagar intereses, un círculo vicioso que cualquier familia con tarjeta de crédito conoce bien.
¿Por qué sí tiene razón?
- Intereses récord: El pago de intereses será el más alto en 35 años. Eso significa menos dinero disponible para salud, educación, seguridad o inversión productiva.
- Baja recaudación: México recauda poco en impuestos (alrededor del 14% del PIB, mientras que el promedio de la OCDE ronda el 34%). Con tan pocos ingresos, la deuda pesa más.
- Deuda improductiva: Una cosa es endeudarse para construir infraestructura que genere riqueza a futuro, y otra muy distinta es endeudarse para sobrevivir al mes. Lo segundo no crea valor, solo aplaza la crisis.
- Pemex como agujero negro: Buena parte de la deuda se va en sostener a Pemex, que genera más pasivos que ingresos netos.
¿Dónde exagera Anaya?
- “Quebrar al país”: El Estado no funciona como una persona o empresa. México no puede “quebrarse” en sentido literal, porque siempre puede refinanciar, renegociar o recaudar más impuestos. Lo que sí puede pasar es que se deprima el crecimiento, suba el costo de pedir prestado y se recorte gasto social.
- Carácter político: Como líder opositor, Anaya tiene incentivos para pintar el panorama en tonos negros, incluso si los números son alarmantes por sí mismos.
Dicho irreverentemente
El gobierno está usando la tarjeta de crédito nacional para pagar la tanda de cada quincena, no para poner un negocio. Ya debemos tanto que en 2026, por cada mexicano, toca cooperar casi 12 mil pesos solo para pagar intereses, ni un peso para escuelas, medicinas o patrullas. Es como si la familia llegara a la cena sin dinero para la comida porque todo se fue en abonar intereses de la tarjeta.
Ojo: no significa que mañana México entre en bancarrota estilo película griega, pero sí que cada año habrá menos margen para gastar en lo que importa y más en mantener la rueda de intereses girando. Dicho en cristiano: no se quiebra el país, pero se encoge la vida pública, y los más apretados son la clase media y los pobres.
Con informacion: ELNORTE/

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