Claudia Sheinbaum borró de su Primer Informe de Gobierno la dramática guerra intestina del Cártel de Sinaloa, ignorando la batalla sangrienta entre “Los Mayitos” y “Los Chapitos”, que desde septiembre de 2024 ha dejado cifras inéditas de asesinatos, desapariciones y terror en la entidad que ademas omite las víctimas inocentes y el caos que sigue inundando las calles de Culiacán.
El vergonzoso ocultamiento en el Informe
El Primer Informe presumio operativos nacionales y desmantelamientos en laboratorios, campamentos y narcopistas. Señala detenciones y aseguramientos en todo el país, pero sobre Sinaloa presenta apenas generalidades, eludiendo cualquier mención puntual de la feroz confrontación entre facciones del Cártel de Sinaloa. Ni una línea dedicada al estallido violento ni a las masacres recientes en pleno centro de Culiacán o en hospitales bajo fuego.
Cifras actuales de la guerra olvidada
Las estadísticas más recientes exponen el tamaño del drama silenciado por el gobierno federal:
- De julio de 2024 a agosto de 2025, la guerra deja más de 1,941 asesinatos confirmados por Noroeste.
- Durante el primer semestre de 2025, Sinaloa sumó 1,053 homicidios (frente a 286 en el mismo periodo de 2024), con picos de violencia en junio y julio (207 y 170 muertes respectivamente), más de un 260% de aumento anual.
- Se estima que la “guerra de Sinaloa” terminará 2025 con mas de 2,000 asesinatos y mas de 2,000 desparecidos para convertirse en tercer año más violento de la historia reciente del estado.
Episodios recientes y el horror cotidiano
Mientras el gobierno presume “contención”, la guerra se disputa a plena luz del día:
- Ataques simultáneos en hospitales de Culiacán dejaron cinco muertos este fin de semana, tres el viernes y dos más el sábado. Incluso sicarios disfrazados de enfermeros remataron a heridos en clínicas.
- En solo un sábado, cinco homicidios en distintos puntos de la ciudad y otras localidades fueron reportados por la Fiscalía.
- El promedio diario es de 5.6 homicidios y 5.7 secuestros/desapariciones en Sinaloa durante el último año.
- La estrategia militar y policial, lejos de contener, ha traído enfrentamientos, ejecuciones extrajudiciales y una multiplicación de fosas clandestinas, mientras la cifra oficial se manipula, como advierten expertos en seguridad.
Irreverente reproche
¿A qué juega el gobierno federal y la presidenta Sheinbaum, al querer tapar con cifras mediocres y frases huecas la peor guerra cartelera del país?
¿Por qué la administración pretende que la violencia en Sinaloa se diluya entre estadísticas nacionales de drogas y decomisos mientras niños, médicos y comerciantes caen a diario bajo las balas del narco?
La omisión es escandalosa y ofensiva para miles de familias sinaloenses que viven entre balaceras y desapariciones sin que el Estado los vea ni los nombre.
La guerra del Cártel de Sinaloa es tan letal y notoria que no mencionarla en el Informe es burlarse de la verdad y de los muertos. Decir que la estrategia funciona, cuando los datos superan por mucho los de años anteriores, no es solo mediocridad: es complicidad estadística, es encubrimiento con tinta oficial.
El por que del título :EL “PRIMER INFORME debía ser FORENSE”: “SHEINBAUM BORRO con TINTA la GUERRA de SINALOA y la DILUYÓ con sus CIFRAS en ESTADISTICAS que GLORIFICAN la DERROTA”…no mencionarla en el Informe fue burlarse de la verdad y de los muertos.
Este es un reclamo directo por la ausencia deliberada de la sangrienta guerra de Sinaloa en el Informe presidencial. Se exige que un informe de gobierno no solo presuma cifras generales, sino que realice un verdadero análisis forense del impacto humano y social de la violencia, con una autopsia pública de los muertos, desaparecidos y familias devastadas, en vez de ocultar el terror tras porcentajes amañados y narrativas triunfalistas.
El informe debía ser forense, no propagandístico
Llamar a un informe “forense”,mas alla de un largo listado de muertes, es exigir que exponga la anatomía real de la crisis: cifras de muertos, causas, zonas de mayor conflicto, patrones de ejecución, índices de desaparición y fosas clandestinas. Es responsabilizar al gobierno de poner sobre la mesa la verdad cruda y no “glorificar la derrota” bajo eufemismos de “reducción de homicidios” calculadas con periodos a modo o datos diluidos nacionalmente,
Sheinbaum borró la guerra de Sinaloa
Que la guerra entre “Los Mayitos” y “Los Chapitos” quede fuera del informe es una omisión grave, pues la realidad está a la vista: asesinatos diarios, hospitales atacados y comunidades enteras sometidas por el narco. La presidenta optó por pasar de largo uno de los episodios más negros de la violencia reciente, priorizando operativos y decomisos de drogas en el discurso, mientras la crisis humanitaria se esconde del relato oficial.
Diluir cifras y glorificar la derrota
El informe presidencial usó “cifras de reducción” que no reflejan el repunte violento de Sinaloa: Sheinbaum presumió una baja del 25% en homicidios que no existe en el recuento real de víctimas del estado, donde los asesinatos crecieron más de 260%. Esto significa glorificar como logro una realidad adversa y convertir la tragedia en estadística mediática; es una burla a los muertos, a los familiares, y una falta de respeto a la sociedad que exige claridad y no propaganda.
No mencionar la guerra de Sinaloa fue, literalmente, “burlarse de la verdad y de los muertos”, negando la responsabilidad histórica y el deber de memoria que debe tener cualquier gobierno democráticamente responsable.
Los muertos no se borran del papel, aunque el gobierno los silencie. Y las familias, los periodistas y la sociedad exigen cifras reales, reconocimiento y justicia.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: