Este próximo domingo se cometerá el fraude mas grande del siglo, la elección judicial sedicentemente del pueblo, pero para demostrar que eso es una falacía,mentira vil del los engañabobos de los últimos tiempos ,te hicimos un análisis argumentativo sobre por qué esta elección carece de los elementos fundamentales de una elección democrática y participativa, es decir, “no tiene de pueblo”,sustentado y contextualizando su gravedad para la vida pública de México.
1. Origen antidemocrático de la elección
La elección nace de una reforma legal impuesta por la mayoría oficialista en el Congreso, sin consenso ni diálogo con la oposición. Se usaron mecanismos de presión y corrupción (como la desaparición de órdenes de aprehensión para obtener votos clave) y se ignoraron prácticas mínimas de pluralidad. La reforma constitucional que impide la defensa legal de los ciudadanos ante decisiones de la mayoría legislativa elimina cualquier contrapeso institucional, dejando al pueblo sin herramientas para defender sus derechos.
¿Qué significa esto?
Una elección verdaderamente “de pueblo” surge del consenso y la inclusión, no de la imposición y la exclusión. Aquí, el pueblo fue un espectador, no un protagonista.
2. Simulación en la selección de candidatos
Aunque se prometió que los ciudadanos elegirían a sus jueces, en realidad los comités encargados de filtrar y registrar candidatos estuvieron controlados por personas afines al gobierno. El proceso estuvo plagado de irregularidades:
- Nombres repetidos o incompletos
- Personas sin requisitos legales avaladas
- Candidatos bloqueados sin justificación
- Proceso de tómbola manipulado
- Listas entregadas fuera de tiempo
Resultado:
La mayoría de los candidatos son afines al gobierno, y hay denuncias de vínculos con el crimen organizado. Es decir, el pueblo no eligió ni a los candidatos ni las reglas del juego.
3. Campaña desigual y uso de recursos públicos
El gobierno y su partido,MORENA, han hecho campaña abierta y descarada, utilizando recursos públicos, mientras que los candidatos opositores carecieron de presupuesto y tiempo para darse a conocer. Además, se documenta la operación de acarreo y la entrega de “acordeones” para inducir el voto a favor del oficialismo.
Esto anula la equidad y la libertad del voto, elementos esenciales de cualquier elección realmente popular.
4. Obstáculos para la participación ciudadana
- Menos de la mitad de las casillas habituales serán instaladas, y su distribución hará que el voto “valga” más en unos lugares que en otros.
- Desinformación: La mayoría de la población no sabe ni cuándo ni cómo votar.
- Complejidad de la boleta: Dificulta la expresión libre y consciente del voto.
- Participación esperada bajísima: Entre 10 y 20% del padrón, una tercera parte de una elección presidencial.
¿Dónde está el pueblo si la mayoría ni siquiera participará?
5. Manipulación de la observación y del conteo
- Miles de “observadores electorales” en realidad son operadores políticos del partido gobernante.
- No habrá conteo ciudadano, ni resultados inmediatos, ni transparencia en el proceso.
- Boletas sobrantes no se invalidarán, abriendo la puerta al relleno de urnas.
Esto elimina la confianza y la transparencia, pilares de una elección ciudadana.
6. Resultados predeterminados y simulación de competencia
- Hay cientos de candidatos que ya ganaron o perdieron antes de la elección, por matemáticas y reglas de género.
- El resultado se conoce de antemano: el gobierno ganará, como en los regímenes autoritarios de Venezuela, Cuba o Nicaragua.
No hay incertidumbre democrática ni verdadera competencia.
7. Boicot y deslegitimación social
Un sector amplio de la sociedad y la oposición ha anunciado el boicot. La legitimidad de la elección está rota antes de iniciar.
Conclusión: Una elección sin pueblo
Esta elección no es “del pueblo” porque:
- El pueblo no participó en su diseño ni en la selección de candidatos.
- No hay igualdad de condiciones ni libertad para elegir.
- La mayoría está excluida por desinformación, falta de casillas y complejidad.
- El resultado está decidido antes de votar.
- No hay transparencia ni confianza en el proceso.
En suma:
Es una elección de Estado, no una elección ciudadana. El obradorismo, que se construyó como la voz del pueblo y contra el fraude, hoy reproduce y perfecciona los mecanismos de exclusión, simulación y control que tanto criticó. Lo que se consuma este domingo no es una fiesta democrática, sino la consolidación de una dictadura de partido único, con el pueblo reducido a espectador o rehén.
Con informacion:Medios/redes/

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