La reciente irrupción de un comando armado en una boda en Jalapa, Tabasco, donde se registró un muerto y dos heridos, es otro claro reflejo de la alarmante inseguridad en el pais y exhibe otra vez la incapacidad del gobierno, ahora en su ‘segundo” piso, pero tambien reitera el grado de atrevimiento de criminales.
Este acto de violencia fue perpetrado por un comando de al menos cinco hombres armados con fusiles de grueso calibre y no solo interrumpió una boda, sino también dejó a una comunidad entera sumida en el miedo y la indignación.
**** Contexto del Suceso
La noche del 23 de noviembre, mientras la novia se preparaba para lanzar su ramo, un grupo de delincuentes entró al casino del pueblo y desató el terror. Videos que circulan en redes sociales muestran cómo los atacantes someten a uno de los invitados, evidenciando la falta de respeto y el atrevimiento de estos criminales, quienes parecen no tener límites en su accionar. La situación se tornó trágica cuando uno de los heridos perdió la vida debido a la gravedad de sus lesiones.
**** Ineficiencia del Gobierno
El alcalde de Jalapa, José Manuel Pérez, ha manifestado su preocupación por el clima de inseguridad en la región y ha prometido apoyo a las familias afectadas. Sin embargo, sus declaraciones son insuficientes ante la magnitud del problema.
La reiterada incapacidad del gobierno federal y el ejercito,aahora a cargo de Claudia Sheinbaum ,siguen fallando en garantizar la seguridad pública, que no es un favores su principal obligación de protegerlos en su vida y enseguida en sus bienes.
Las promesas de vigilancia, el reforzamiento militar intermitentes, siguen siendo una vacilada que no se traduce en acciones efectivas que contengan este tipo de atrocidades.
**** Llamado a la Acción
Es momento de exigir respuestas concretas y medidas eficaces para combatir la violencia que nos rodea. La ciudadanía merece vivir sin miedo y disfrutar de momentos importantes sin temor a ser víctimas de un ataque armado. No podemos permitir que los criminales actúen con impunidad; su único límite debería ser la ley y parece ser su imaginación.
La seguridad en este pais no debe ser un lujo, ni una promesa vacía d aun gobierno hueco, debe ser una realidad palpable para todos los ciudadanos. La paz es un derecho fundamental que debe ser garantizado por las autoridades competentes.
En conclusión, este lamentable incidente es un llamado a despertar ante la crisis de inseguridad que vivimos. No podemos quedarnos callados; debemos exigir justicia y un cambio real en las políticas de seguridad pública. ¡Es hora de actuar!,como ayer demandaron en Sinaloa ante el mismo fracaso que se repite por todo lo que queda de pais.
Con informacion: ELNORTE/
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