La madrugada de este domingo, otra vez Tabasco y otra vez Villahermosa, Tabasco, fueron escenario de otra masacre, ahora en el bar DBar, donde seis personas perdieron la vida y diez más resultaron heridas.
Este trágico suceso no solo es un recordatorio del clima de inseguridad que permea nuestra sociedad, sino también una crítica contundente a la ineficiencia del gobierno y de las fuerzas armadas encargadas de proteger a la ciudadanía.
**** Un Ataque que Revela la Vulnerabilidad
Los informes indican que hombres armados ingresaron al bar buscando a un objetivo específico, pero el resultado fue una balacera indiscriminada que dejó a jóvenes disfrutando de una noche de diversión en medio del terror.
Gilberto Melquiades Miranda, Vicefical de Delitos Comunes de la FGE, dijo que los agresores iban por un objetivo, pero descartó de forma preliminar que se haya tratado de un evento vinculado a la delincuencia organizada.
La narrativa presentada por el Vicefiscal de Delitos Comunes, Gilberto Melquiades Miranda, es alarmante: a pesar de la presencia de las autoridades, el ataque “escapó” a los operativos de seguridad. ¿Cómo es posible que en un estado donde se llevan a cabo operativos continuos, un grupo armado pueda actuar con tal impunidad?.
**** La Fuga de Responsabilidad
Las declaraciones del Vicefiscal y otros funcionarios son una muestra clara de la falta de responsabilidad y acción efectiva por parte del gobierno.
A pesar de que se menciona un esfuerzo coordinado entre diversas fuerzas de seguridad, queda claro que estos esfuerzos no son suficientes para prevenir actos violentos como el ocurrido en DBar.
Pero la insistencia en descartar vínculos con el crimen organizado a “bote pronto” por parte del Vicefiscal,es mas que sospechosa, le resta seriedad al problema y la violencia no necesita etiquetas para ser condenada o combatida.
**** Un Llamado Urgente a la Acción
La población está cansada de promesas vacías y discursos sin sustancia. Es hora de exigir un cambio real en las políticas de seguridad pública. Los ciudadanos merecen vivir sin miedo y tener la certeza de que sus vidas están protegidas.
La inacción del gobierno y las fuerzas armadas ante situaciones como esta por todo el pais,es inaceptable; su papel debe ser proactivo y no reactivo.
En lugar de ofrecer consuelo a las familias afectadas, los funcionarios deberían estar rindiendo cuentas sobre su incapacidad para garantizar la seguridad pública. Las imágenes desgarradoras captadas tras el ataque, donde mujeres desesperadas buscan una salida entre cuerpos sin vida, son un testimonio del fracaso colectivo en materia de seguridad.
**** Conclusión
La masacre en Villahermosa es otro grito desesperado por justicia y un llamado urgente para que el gobierno y las fuerzas armadas asuman su responsabilidad y se dejen de cuentos, cuando sabemos que tienen todos los recursos, muy poca voluntad y exceso de complicidad.
Con informacion: ELNORTE/
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