Nuestro país está marcado por masacres como las de Tlatelolco en 1968, Acteal en 1997 o Iguala en 2014.
Actualmente, cada vez que el presidente López Obrador habla sobre masacres, se refiere a ellas como hechos lamentables que sucedieron en sexenios anteriores y que ya no suceden desde que llegó al poder.
Sin embargo, de acuerdo con la presidenta de Amnistía Internacional México, Marcela Villalobos, no solo es falso que las masacres sean algo del pasado en nuestro país, sino que es ofensivo con las víctimas y también conlleva riesgos que esa sea la verdad oficial.
Según el sociólogo alemán William Sofsky, una masacre ocurre cuando se ejerce violencia colectiva contra varias personas indefensas, “que no pueden ni huir ni oponer resistencia”.
Sin embargo, Sofsky también señala que es “una acción excesiva donde la violencia disfruta de una libertad absoluta pues ella no tiene ninguna oposición a vencer”.
Entonces, ¿se acabaron las masacres en México?
En febrero de 2017, Andrés Manuel López Obrador prometió que, una vez que Morena ganara las elecciones de 2018 y él se convirtiera en presidente de la República, se acabarían las masacres en México.
El 5 de agosto de 2020, dijo que en su gobierno se aplica una nueva estrategia de seguridad para que “no haya impunidad, que se utilice más inteligencia que la fuerza para que no haya torturas, masacres, todo eso que sucedía”.
El 3 de septiembre mencionó a los defensores de derechos humanos y dijo que “no luchaban cuando se ajusticiaba, cuando había masacres, cuando imperaba el ‘mátalos en caliente’ y ahora son tenaces defensores de los derechos humanos”.
Apenas, durante el informe de los primeros 100 días del tercer año de gobierno, el presidente matizó y dijo que los esfuerzos para conseguir la paz “se han llevado a cabo sin violaciones a los derechos humanos, sin el involucramiento de las fuerzas federales en masacres”.
Marcela Villalobos, presidenta de Amnistía Internacional México, considera que no solo las masacres, sino que las violaciones a los derechos humanos siguen ocurriendo y que “negar esa realidad, es no reconocer lo que realmente está pasando, es una burla para las víctimas de este país”.
“Cuando (las autoridades) hablan no solo de masacres, sino de fosas, cuando hablan de desapariciones forzadas, me parece que el discurso es como si ya no estuviera pasando con tanta gravedad como ha estado pasando”, nos dijo Villalobos.
Además, opinó que es grave que ese sea el discurso oficial, porque “no reconocer el problema es no darle la debida atención que requiere y que se apliquen medidas para que no se repitan. Entonces hay un riesgo porque no se está abordando el problema de raíz, y no reconocerlo claramente deslegitima la lucha de las víctimas”, agregó.
No se acabaron las masacres… lamentablemente
Marcela Villalobos mostró preocupación porque el actual gobierno federal desplegó más militares que los dos sexenios anteriores, sin que quede claro si hay una normativa para que las Fuerzas Armadas no cometan violaciones a los derechos humanos.
Por ejemplo, el 27 de junio de 2020, elementos del Ejército mexicano persiguieron una camioneta y le dispararon 243 veces en un supuesto enfrentamiento con delincuentes.
En el video, publicado por El Universal, se ve al final a un militar que se acerca a la parte trasera de la camioneta y grita: “¡Está vivo!” Y otro responde: “Mátalo a la verga”.
“Tirado en la caja trasera estaba Arturo (un estudiante de ingeniería de 19 años), al lado de Ángel Núñez, mecánico de 27 años quien había desaparecido el 27 de junio, y Damián Genovez Tercero, migrante de Chiapas de 18 años, a quien no se había visto desde el 24 de junio cuando salió a buscar trabajo”, señala un reporte de Amnistía Internacional.
Y agrega que “la evidencia apunta a que habrían sido secuestrados por un grupo de delincuencia organizada, y que los militares les ejecutaron de manera extrajudicial”.
Masacres en varias regiones del país
El 22 de enero de este año, 19 personas fueron ejecutadas en la frontera entre Tamaulipas y Texas, Estados Unidos. 16 eran migrantes guatemaltecos.
Según la Fiscalía de Tamaulipas, los responsables habrían sido miembros del Grupo de Operaciones Espaciales, una unidad de élite de la policía estatal que depende directamente del Gobernador de esa entidad.
En julio del año pasado, 15 personas de la etnia ikoots fueron ejecutadas por un grupo armado en San Mateo del Mar, Oaxaca. Las autoridades tradicionales culpan al presidente municipal.
A pesar de la alta presencia de la Guardia Nacional en el país, siguen ocurriendo masacres perpetradas aparentemente por grupos criminales
Como el ataque contra la familia LeBarón en Bavispe, Sonora, en el que murieron tres mujeres y seis niños. O los 10 músicos nahuas que fueron asesinados en Chilapa, Guerrero, a inicios de 2020.
En septiembre de ese año, un grupo armado disparó contra casi 100 personas que se encontraban en un velorio, en la colonia Barona de Cuernavaca, donde murieron al menos ocho personas.
O más recientemente, en febrero de este año, 11 personas fueron ejecutadas por un comando armado en la colonia La Jauja de Tonalá, Jalisco. Al parecer, las víctimas eran albañiles y herreros que tomaban cerveza.
¿Sabrá de esto el presidente?
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