La discreción es una de las más grandes virtudes del Subsecretario de Servicios Técnicos y Proyectos, de la Secretaria de Obras Públicas del gobierno de Tamaulipas Reynaldo Garza Gomez.
Gracias a esa discreción, al perfil bajo con el que se conduce, ha logrado mantenerse alejado de los escándalos y las acusaciones que hacen a sus compañeros de gabinete y al círculo de allegados al gobernador de Tamaulipas, ambos grupos a los que pertenece y en los que ocupa un lugar destacado el reynosense que apodan "El Chaparro".
"Manito" o "Manito Rey" se salvó del linchamiento mediático al que sometieron al Senador Zumbador, pues muy pocos periodistas conocían la identidad del "Manito" que participaba en la comunicación epistolar a través del teléfonos inteligentes (vulgo chateaba) con el senador Ismael García. En las capturas de pantalla del celular del Zumbador García y en los "medios" nacionales, quedó el registro de las calenturas del Manito Rey, "calenturas" que son harto conocidas y sabidas por quienes frecuentan al susodicho Subsecretario Manito Rey.
Manito Rey es un tipo muy audaz, muy atrevido. Su despegue como empresario de la política, para la política y desde la política, se inició en la primera administración municipal de Oscar Luebbert. Con Luebbert fue uno de los proveedores consentidos. Incursiona en el negocio de las divisas y logra establecer varias Casas de cambio (de moneda) en Reynosa y en el Valle de Texas. En el trienio de Cabeza de Vaca como presidente municipal de Reynosa, Reynaldo Garza, a quien también apodan el "Chicken Little", funge como Director de Turismo. Un tiempo más adelante, Rey Garza se asocia y se escuda con el Senador (Francisco) Cabeza de Vaca para desafiar al dueño de Reynosa, a Ramiro Garza Cantú, en la disputa de unos ranchos ubicados por el rumbo del puente internacional Reynosa Mission.
"El Chaparro" Reynaldo Garza lleva más de una década ligado a Cabeza de Vaca. Su presencia era habitual en las reuniones y entrevistas del ahora gobernador, tanto en las oficinas de la colonia Del Prado en Reynosa, como en Estados Unidos o en la Ciudad de México.
Su personalidad un tanto opaca, su discreción, su tendencia a permanecer callado le han ayudado a salir inmune de los escándalos, a no resultar perjudicado con los dimes y diretes, como esos que señalan que es "lavador" de dinero en sus casas de cambio o los que desconfían de la decencia de sus amistades michoacanas.
Del círculo cercano ha trascendido que Manito Rey, el Subsecretario ausente, el encargado real de la obra pública (al alimón con José Manuel Garcia Cabeza de Vaca) fue quien reclutó, para los vientos de cambio, a la hoy Secretaria Cecilia del Alto. Con mala leche, los malqueríentes del Chaparro, comentan que para cubrir la posición de Secretario de Obras, se convocó a un casting y una pasarela.
Aunque el "espacio" fue concedido a Manito Rey, me refiero a la Secretaria de Obras Públicas, Reynaldo Garza, que no es un tipo al que mueva la vanidad, prefirió buscar un(a) viej@ firmona, un personaje sin mancha, que tuviera la profesión apropiada (Manito Rey es Contador o Administrador), que no tuviera mala fama o antecedentes negativos en la política o en la administración pública, y que avalara, tolerará, justificara y firmara todo lo que fuera necesario.
En la comunidad de constructores de Reynosa, donde es muy conocido el Subsecretario Chicken Little, se dice que el momento para dejar de construir y hacer negocios con el gobierno del estado de Tamaulipas, será cuando renuncie al cargo y abandone la causa vacuna el referido Manito Rey. Quizás la única habilidad que le sea más útil que la discreción a Manito Rey, es su talento para percibir el peligro, su inteligencia para saber el momento oportuno para abandonar el barco, un barco que parecía acorazado o buque tanque, pero que ya empieza a hacer agua. Los pronósticos sobre la salida de Manito Rey del gobierno de Tamaulipas coinciden en que, como máximo, se quedara hasta que solo falte un año para el término del sexenio.
Reconozco que he sido injusto al señalar como responsables del desorden que hay en la obra pública del gobierno de Tamaulipas a la Señorita firmona Cecilia del Alto y al primer hermano José Manuel (primero en el tiempo, más no en los afectos). Responsable y mucho, -pues ese "bisnes" le fue confiado por el gobernador-, también lo es Reynaldo Garza Gomez, apodado el Manito Rey, El Chaparro y el Chicken Little.
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