Tras reunirse con el ministro de defensa ruso, Serguei Shoigu, el general en jefe venezolano Vladimir Padrino López confirmó a la agencia rusa Interfax que en 2019 el régimen comenzará a fabricar los fusiles Kaláshnikov.
Para comenzar la producción, primero Venezuela debe terminar la construcción de la planta. Según Padrino lópez, los trabajos en el complejo están "en pleno apogeo". Y afirmó: "Esta planta es de importancia estratégica para la independencia de Venezuela y de sus fuerzas armadas".
Se trata del primer complejo oficial para la producción de esta marca de armas fuera del territorio ruso.
La planta que ensamblará los rifles de asalto se está construyendo según un acuerdo firmado en julio de 2006. Los venezolanos pretenden fabricar cerca de 25.000 rifles de asalto anualmente.
Fotos de Archivo de Hugo Chávez manipulando un fusil de asalto Kaláshnikov AK-103 bajo la atenta mirada del entonces ministro de Defensa Orlando Maniglia, el 14 de junio de 2006, en el fuerte Tiuna, en Caracas, Venezuela.
Padrino López reveló que el régimen de Maduro busca "ir más allá de la cooperación militar-técnica convencional y profundizar y desarrollar la cooperación a nivel operacional" con Moscú.
La estrecha relación entre los regímenes de Rusia y Venezuela se remonta a las presidencias del fallecido Hugo Chávez. El bolivariano viajó a Rusia en numerosas ocasiones, visitas durante las que suscribió multimillonarios contratos de compra de armas y abrió los yacimientos de hidrocarburos del país latinoamericano a las compañías petroleras y gasísticas rusas.
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