Los casos de desaparición de personas en Jalisco en los que existió la participación de sujetos armados, o “levantones”, como suele llamárseles, tuvieron un incremento muy importante en el año 2016, con una incidencia que prácticamente duplicó a la del 2015.
Esta subcategoría de las desapariciones que utiliza la Fiscalía General, y que concentra aquellas con mayores probabilidades de estar vinculadas con el crimen organizado, arrojó 44 de estos casos en el 2015 cometidos por personas armadas, mientras que en el 2016 se elevó hasta 83.
De acuerdo con la versión del titular de la Fiscalía, Eduardo Almaguer Ramírez, el aumento de la violencia relacionada con la delincuencia organizada, y en particular, con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), tiene su origen en las pugnas y reacomodos al interior de esa misma organización delictiva.
Si bien en el estado se reconoce la desaparición de 2 mil 782 personas, según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), de estas, son 386 los casos con indicios de la actuación de sujetos con armas y/o de la comisión de ilícitos, que apuntan a que hubo un componente de violencia, ocurridos entre 2008 y 2016.
Del año 2015, la Fiscalía está al tanto de 40 víctimas del sexo masculino que desaparecieron bajo estas circunstancias de violencia, además de tres mujeres, y una víctima más con sexo desconocido. Para el 2016 fueron 80 las víctimas masculinas, dos mujeres, y otro caso sin precisar.
Estos registros a los que se tuvo acceso con el recurso 644/17 están soportados en las bases que elabora el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi), de la Procuraduría General de la República (PGR), a decir de la Fiscalía.
“Estas personas colaboran tres, cuatro meses y posteriormente estas mismas personas que han colaborado en esos ilícitos son ejecutados (…) lo hacen con el objeto de que no den a conocer las actividades criminales que realizan estos grupos delictivos”
JÓVENES SIN RASTRO
Apenas el 3 de octubre fueron hallados los cuerpos sin vida de tres jóvenes que estaban maniatados, con señales de tortura, en la colonia Vicente Guerrero de Zapopan. Se sabría luego que habían sido cuatro los jóvenes “levantados” por una célula delictiva –ya detenida-, pero uno pudo escapar.
Los atacantes creyeron haberlos ejecutado a los cuatro, sin embargo, uno de los jóvenes, aunque herido de bala, resistió fingiéndose muerto; pasado el trance, acudió a una Cruz Verde para ser atendido.
Lejos está ese hecho de ser algo inusual en Jalisco; más aún, de las 386 desapariciones con más probabilidades de estar relacionadas con el crimen organizado, hay 20 víctimas que apenas eran niños o adolescentes (5.1 por ciento), con otros 131 jóvenes entre los 18 y los 29 años (33.9 por ciento).
Esto significa que de todas las víctimas que desaparecieron a manos de sujetos armados y/o durante el desarrollo de actividades ilícitas, el 39 por ciento eran niños, adolescentes y jóvenes de Jalisco.
El caso más extremo en conocimiento de la Fiscalía, es el de una víctima de este tipo de desaparición bajo circunstancias violentas que era solo un niño de 10 años, ocurrido en el 2015; hay además ocho víctimas de 14 años; dos más de 16 años, y nueve de 17 años.
La misma Fiscalía advierte sobre estos casos respaldados por el Cenapi que, dado que tienen como particularidad el uso de armas y/o la existencia de ilícitos, no puede descartarse tampoco que se trate, en algunos de ellos, de desapariciones forzadas -aquellas donde actúan agentes del Estado-.
AÑOS ACIAGOS
Los años del gobierno de Aristóteles Sandoval Díaz, entre 2013 y el 2016, han sido mucho más turbulentos en materia de este tipo de desapariciones violentas o “levantones” que los de su antecesor, el panista Emilio González Márquez (2007-2012).
En el pasado gobierno hay registro de 85 de estas desapariciones o “levantones”, una quinta parte de todos los que se conocen.
Con Sandoval Díaz, y ya con un CJNG fortalecido, se sabe de 301 de estas desapariciones o “levantones”. El 39 por ciento de las víctimas son niños, adolescentes y jóvenes (19 tienen de 10 a 17 años, y 100 de 18 a 29 años).
Desde el cambio de estafeta entre un gobernador y otro, empero, hubo un disparo en estos “levantones”: en 2012, último de la gestión panista, se llegó a 42 hechos, mientras que en el 2013, con el nuevo gobierno, a 88, es decir, se duplicaron y poco más; para el 2014 continuó la alta incidencia con 86 “levantones”.
CON VIOLENCIA
Desapariciones cometidas por sujetos armados en Jalisco
LAS PURGAS
Jalisco tuvo mil 017 asesinatos en el 2015, y para 2016 un 13 por ciento más: mil 153. Este agosto pasado ya sumaba 857 en 2017. Mientras tanto, el fiscal ha insistido en su teoría de que esta violencia creciente es resultado de las pugnas internas del CJNG.
Lo dijo, por ejemplo, el 28 de agosto, tras el homicidio del presunto líder del CJNG en Guadalajara, Marco Hernández, o Alejandro Ruano “El Karton”: “es una ejecución que nos lleva a reafirmar lo que veníamos mencionando de la división entre células delictivas de este mismo grupo criminal”.
El 8 de junio expuso otra tesis inquietante: el CJNG, dijo, integra a personas para sus ilícitos y luego las ultima para evitar la fuga de información.
“Este grupo delictivo diversificado en algunas células establecen relación con criminales a los cuales utilizan determinado tiempo para que cometan determinados ilícitos, desde la privación ilegal de personas hasta los homicidios, y posteriormente los dejan de utilizar y ellos mismos los ejecutan, las investigaciones nos han llevado a ese modus operandi.
“Estas personas colaboran tres, cuatro meses y posteriormente estas mismas personas que han colaborado en esos ilícitos son ejecutados (…) lo hacen con el objeto de que no den a conocer las actividades criminales que realizan estos grupos delictivos (…) no se trata de grupos rivales sino de esas purgas internas que ellos realizan y lo operan de esta manera”, detalló Eduardo Almaguer Ramírez.
Fuente.-
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