“GRACIAS por PARTICIPAR ?”: “SACAN del CASO al ABOGADO de PELIGROSO EX-LAVACARROS que se CONVIRTIO en el Z-40 GRACIAS al SISTEMA CORRUPTO en MEXICO”… jugaba en dos equipos y ya no había manera de fingir imparcialidad.

El mundo del narco y la justicia gringa acaba de regalarnos un episodio digno de serie: el abogado texano Frank Pérez, ese que en Nueva York ya convenció a El Mayo Zambada para declararse culpable y firmar su condena de por vida, decidió mandarse a retirar del caso de Miguel Ángel Treviño Morales, alias el Z-40, exjefe sangriento de Los Zetas.

¿La razón? Washington olió conflicto de interés hasta en el café del tribunal: Pérez no solo ha sido abogado del Mayo, sino también de varios “testigos estrella” que ahora podrían clavarle los últimos clavos al ataúd procesal del Z-40. O sea, Pérez jugaba en los dos equipos y ya no había manera de fingir imparcialidad.

El Departamento de Justicia, que no se anda con rodeos, pidió a la Corte investigar la doble jugada del abogado. Y como Pérez no soltaba el hueso, la Corte lo obligó a definirse. Resultado: se bajó del barco antes de quedarse embarrado en un pleito que ya huele a pacto tras bambalinas.

Porque ojo: la fiscalía ya anunció que NO va a pedir la pena de muerte ni para el Z-40 ni para su hermano Omar, presos en Washington. Eso, en el mundillo judicial yanqui, suele ser el preludio de un “acuerdo” de esos donde los grandes capos cambian confesiones y nombres por unas décadas menos tras las rejas (y una vida tranquila bajo custodia federal).

La cereza de este pastel: mientras el Z-40 se prepara para escuchar ofertas, El Mayo, asesorado por el mismísimo Pérez, se declaró culpable en Nueva York y se resignó a morir en prisión. A cambio, parece que Estados Unidos se gana un colaborador con información premium sobre las entrañas del Cártel de Sinaloa. Y México, pues… ya quedó pintado en la foto, mirando desde la grada cómo Washington negocia directamente con los capos que tienen mucho que decir de las autoridades de Mexico y no precisamente bien.

En pocas palabras: al Z-40 le cambiaron el buffet de abogados, a los fiscales les encanta la idea de ir juntando narcos como estampitas coleccionables y, por si fuera poco, Estados Unidos vuelve a demostrar que la justicia fronteriza se cocina con acuerdos, no con guillotinas.

Con informacion: ELNORTE/