La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, invitó y se paró a pocos metros de distancia de un general del Ejército mexicano que ha sido ligado y arrestado previamente por el Departamento de Justicia de USA por tener presuntos vínculos con los cárteles de la droga. La aparición pública se produce en un momento en que México enfrenta una inmensa presión del gobierno de los Estados Unidos para erradicar los cárteles de la droga o enfrentar sanciones y otras medidas punitivas.
El domingo por la mañana, el ex secretario de Defensa mexicano Salvador Cienfuegos vistió su uniforme militar mientras estaba de pie en el escenario con varios otros funcionarios durante un evento que conmemoraba el 112 aniversario de la Marcha de la Lealtad de México.
Si bien no le estrechó la mano, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum se paró a solo unos metros de distancia durante la ceremonia militar. Decenas de oficiales militares de alto rango y altos funcionarios del gobierno hicieron filas para estrecharle la mano y hablar con Cienfuegos durante el evento. Cienfuegos ha sido objeto de mucha controversia tras su arresto en 2020 en Estados Unidos por parte de las autoridades federales, donde lo acusaron de usar su posición como el oficial militar de más alto rango de México para beneficiar a los cárteles de la droga e incluso se había referido a él como el Padrino.
Como informó Breitbart Texas en ese momento, el Departamento de Justicia de Estados Unidos retiró los cargos para permitir que México procesara primero a Cienfuegos como parte de un acuerdo, sin embargo, tan pronto como se llevó a cabo la extradición, las autoridades de ese país lo liberaron y afirmaron que no había evidencia que vinculara al general con la actividad criminal.
El entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llegó al extremo de criticar a la DEA, alegando que estaban construyendo casos y fabricando pruebas de manera indebida.
Con informacion: BREITBART/
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