“NADIE lo SOSPECHÓ desde el PRINCIPIO ?”: “DOS GOBERNADORE$,FI$CAL y un GENERAL MAÑOSO JEFE de la INTELIGENCIA NACIONAL”…que no pudo ser ambas cosas,inteligente y militar.

Dos gobernadores, un fiscal y un general: el club de los despistado$

Si no fuera porque lo cuenta un periódico serio, cualquiera diría que estamos ante una comedia de enredos, pero la realidad mexicana nunca deja de sorprender bajo un gobierno “cuatrero” donde siempre se puede estar peor.

Resulta que durante el mandato de gobernador de Don Adán Augusto López en Tabasco, el entonces titular de la Seguridad Publica, Hernán Bermúdez, convivía como pez en el agua entre altos funcionarios. Todo muy institucional…excepto por un pequeño detalle: absolutamente nadie —ni los dos gobernadores, ni un fiscal, ni el general a cargo de la inteligencia nacional— sospechó de sus nexos con La Barredora. Sí, como lo oye, ¡no se enteraron de nada!,al menos eso dicen.

El arte de no ver (ni oír, ni preguntar)

• Dos gobernadores desfilando impolutos, pues Adan Augusto dejo se fue de Secretario de Gobernación con Lopez “Hablador” mientras Carlos Manuel Merino,el sucesor elgido,posaba con Bermúdez sonriente para la foto oficial.
• Jaime Lastra,el ex-fiscal que, hasta hoy, seguro sigue buscando en Google qué es una “red de complicidades”.
• Y el general Audomaro Martinez,el jefe de inteligencia nacional que, por lo visto, lo único realmente inteligente que tenía era su teléfono celular, nos dejó ver de paso que no pudo nunca ser ambas cosas al mismo tiempo, inteligente y militar.

La seguridad nacional en manos de quienes no ven, no oyen y, sobre todo, no preguntan. 

La historia invita a la risa, pero también a la reflexión: ¿cómo es posible que toda una estructura de gobierno “humanistas y trasformadores” nunca notaran los lazos criminales (…si los notaron, pero se hicieron como que la virgen les hablaba) de uno de sus colaboradores más cercanos? Ni una señal, ni un “oye, compadre, ¿y este señor Bermúdez de dónde saca tanto entusiasmo con la seguridad?”.

Cuando el aparato de inteligencia hace ghosting

En un país donde un simple “me gusta” en redes sociales puede poner en alerta a mediocuartel, fue imposible detectar a Bermúdez. ¿Estaría camuflado como un meme? ¿O sería que los únicos chats que revisaban con lupa eran los del grupo de WhatsApp familiar?

• El general, metódico, revisaba los mensajes… del grupo de la cuadra.
• El resto del equipo, absorto en conferencias de prensa y giras, jamás se percató que tenían al “amigo incómodo” en el organigrama polinarco.

Lo serio detrás del chiste

La burla es inevitable, pero el fondo es preocupante. Esta cadena de ceguera estratégica permite que las redes criminales se muevan cómodamente por los pasillos del poder cuatritransformado del pais, bajo la mirada indiferente de (…sus socios) quienes deberían ser los primeros en detectarlos y neutralizarlos.

Como quien juega “La Ronda” pero con la seguridad nacional como premio de consolación, no sorprende que la ciudadanía termine preguntándose: ¿quién está verdaderamente del lado de la ley?

Porque ni aunque el general atrapado en su laberinto descargue la última app de espionaje, ni aunque los gobernadores se tomen una selfie con el fiscal, lo evidente salta a la vista: cuando el sistema prefiere hacerse de la vista gorda, nadie puede salvarnos de la ingenuidad gubernamental y esa, desgraciadamebte se sigue pagando con sangre y dolor.

Con informacion: ELUNIVERSAL/