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martes, 29 de julio de 2025

A “QUIEN le IMPORTA SI YA son CASI 2,000”:”CARTEL sigue LEVANTANDO a lo BESTIA en SINALOA y NO PARECE que SEPAN que esta INUNDADO de SOLDADOS y POLICIAS”…hacen lo que pueden, pero no lo necesario.


El letargo, la indiferencia y la incapacidad de las autoridades en todos los niveles de gobierno, cada dia con menos nivel, siguen amplificando con su falta de resultados la crisis humanitaria que vive Sinaloa. La violencia ha dejado cifras escalofriantes: 1,794 homicidios dolosos y 1,790 personas privadas de la libertad en menos de un año, según el balance más reciente (9 de septiembre de 2024 al 27 de julio de 2025). Esto equivale a más de cinco personas asesinadas o desaparecidas cada día. Los números de vehículos robados, detenidos y personas abatidas solo agravan el panorama.

Mientras los refuerzos militares parecen no detener la ola delictiva ni reducir los “levantones” perpetrados por el crimen organizado, la ausencia de resultados efectivos por parte del aparato estatal, local y federal convierte el derecho a la seguridad en una promesa vacía. 

Cada nuevo desaparecido —como Marco Antonio y Gerardo en Culiacán— es una afrenta más, una “estadística” más, pero sobre todo, una vida destrozada y una familia condenada al infierno de la búsqueda y la incertidumbre.

En este contexto, sí, es esencial y obligado señalar, cuestionar y exigir con toda contundencia que las autoridades cumplan su función y garanticen la vida y la libertad de los sinaloenses. No basta con el despliegue militar ni con conferencias de prensa siempre con nuevos pretextos y mas de lo mismo; requiere no que hagan lo que les es posible, sino lo que sea necesario. 

La denuncia periodística encuentra en estos datos y casos concretos el fundamento para “restregarles” a las autoridades su obligación incumplida, y para mantener viva —y visible— la exigencia social de justicia y seguridad.

  1. Insistencia en la gravedad de la crisis humanitaria:
    El número de desaparecidos crece imparablemente; cada nuevo caso que sumamos —como los de este fin de semana en Culiacán— aumenta la deuda del Estado con la ciudadanía.
  2. Demanda de responsabilidad y transparencia:
    ¿Cuál es el verdadero impacto de los refuerzos militares? ¿Dónde están las estrategias de inteligencia? ¿Por qué la impunidad sigue siendo la constante? La exigencia tiene que ser diaria y de frente ante el incumplimiento oficial.

“Mientras las cifras de muerte y desaparición en Sinaloa rebasan cualquier umbral admisible, las respuestas de las autoridades —cuando llegan— son tardías, mínimas y casi siempre rebasadas. La seguridad, derecho esencial, ha sido convertida en moneda de cambio político y estadística criminal. 

Los caso de desaparecidos de Marco Antonio y Gerardo, son solo los nombres más recientes de una larga lista cuyo único común denominador es el silencio y la inacción oficial. 

La sociedad no puede ni debe normalizar esta barbarie; nuestra labor es recordarle al Estado, todos los días y a todas horas, esa obligación brutalmente incumplida de proteger la vida, la integridad y la libertad de su gente.”

Por que nuestro encabezado:

“¿A QUIÉN LE IMPORTA SI YA SON CASI 2,000?: CÁRTEL SIGUE ‘LEVANTANDO’ A LO BESTIA EN SINALOA Y NO PARECE QUE SEPAN QUE ESTÁ INUNDADO DE SOLDADOS Y POLICÍAS…hacen lo que pueden, pero no lo necesario.

  1. Despertar conciencia ante la indiferencia e ineptitud
  • “¿A quién le importa…”: Subraya la aparente indiferencia o acostumbramiento social, pero sobre todo, el desdén gubernamental ante cifras atroces que dejan de sorprender o movilizar a la autoridad.
  • Un llamado a la NO normalización y fatiga social e institucional frente a la tragedia.
  1. Magnitud de la crisis
  • “Casi 2,000…”: Pone el foco en el umbral del escándalo numérico —no se trata de un caso aislado, sino de miles de víctimas en menos de un año.
  • La cifra apunta a crisis humanitaria y desbordamiento de las capacidades estatales.
  1. Señalamiento de la impunidad y del fracaso a pesar de la militarización
  • “…el cártel sigue ‘levantando’ a lo bestia…”: Resalta la brutalidad constante de los grupos criminales y la continuidad de los crímenes sin freno aparente.
  • “…no parece que sepan que está inundado de soldados y policías…”: Cuestiona directamente la eficacia del despliegue militar y policial. Es decir, da igual la presencia de uniformados: la delincuencia opera con total libertad, como si el Estado no existiera.
  1. Una provocación para exigir lo necesario
  • La indirecta de que “hacen lo que pueden, pero no lo necesario” , refuerza la idea de que las acciones actuales del Estado no alcanzan el mínimo exigible y hace falta ir mucho más lejos ,hacer lo que sea necesario.

La alusión tiene eco en una célebre frase atribuida a Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial. La cita más conocida en esta línea es:

“It is not enough that we do our best; sometimes we must do what is required.”
(“No basta con hacer nuestro mejor esfuerzo; a veces debemos hacer lo que es necesario / lo que se requiere.”)

Esta frase enfatiza que, frente a situaciones extremas, el esfuerzo subjetivo ya no basta: la obligación moral y política es cumplir con “lo necesario” para afrontar la crisis, aunque eso implique medidas sobresalientes o inéditas.

En textos y discursos atribuidos a Churchill, se refuerza la idea de que en tiempos de guerra o calamidad, la simple buena voluntad o el esfuerzo “posible” no es suficiente: hay que alcanzar lo que la situación exige.

La referencia empleada en el contexto de la (in)acción estatal ante la crisis en Sinaloa:

  • Apunta a la diferencia entre el esfuerzo “limitado” de las autoridades (hacer lo que pueden) y el mínimo ético indispensable (hacer lo que es necesario/lo que exige la gravedad del momento).
  • Es un llamado directo y ético a la responsabilidad histórica de quienes ahora gobiernan con cifras de decomisos y detenidos de alto impacto que no impactan,porque estan sesgadas y dolosamente maquilladas.

Con informacion: NOROESTE/

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