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jueves, 24 de julio de 2025

“PAGUEN su CUOTA o VAN a TERMINAR como YO ?”: “MAFIA VERACRUZANA MATA MAESTRA para MANDAR MENSAJE MACABRO al RESTO que NO QUIERA PAGAR CUOTA de TAXISTA”…carroña envuelta en piel, parásitos de la sociedad, esclavos de la vileza más elemental.


La brutalidad con la que fue privado de la libertad y asesinado Irma Hernández Cruz, maestra jubilada y taxista de 62 años, en Álamo Temapache, Veracruz, no es sólo un homicidio. Es el síntoma más atroz de un Estado que ha cedido el control de la seguridad y la vida cotidiana ante el crimen organizado. Es intolerable que la extorsión y el cobro de “cuotas” sigan cobrando víctimas y transformando comunidades enteras en escenarios de miedo y silencio.

Desde un punto de vista estrictamente biológico, los autores de estos actos atroces son integrantes de la especie Homo sapiens, mamíferos sociales dotados de cerebro altamente desarrollado, capaces de razonamiento abstracto, empatía y moralidad. Sin embargo, en su actuar, han renegado de cualquier vestigio de civilidad humana.

Moralmente son carroña envuelta en piel, parásitos de la sociedad, esclavos de la vileza más elemental. Son la escoria pretenciosa de la especie: criminales con alma de reptil, bestias con pulgares oponibles y lenguaje, pero sin conciencia ni honor. Vomito social, bazofia engendrada por la impunidad, su sola existencia es una afrenta a la dignidad de la humanidad. 

Son asesinos cobardes que encarnan el significado pleno de lacra, alimañas despreciables que merecen cada uno de los términos más infames del diccionario—malnacidos, miserables, infrahumanos, escoria, sabandijas y despojos. Cada acto suyo es un recordatorio de que la biología no garantiza humanidad, y que hay criaturas con forma de hombres cuyo único legado es la perpetuación de la miseria moral.

La Cronología del crimen

  • 18 de julio: Irma Hernández fue secuestrada a plena luz del día, en la Calle Sor Juana Inés de la Cruz frente al Mercado municipal, ante la mirada impotente de habitantes y comerciantes. Los captores, armados y encapuchados, operaban con total impunidad y presuntamente pertenecen a las “Fuerzas Especiales del Cártel Mafia Veracruzana”.
  • Horas después: Apareció en video, de rodillas y rodeada de doce hombres armados. Bajo visible presión, advirtió a sus colegas taxistas que pagaran la “cuota” al crimen.
  • 24 de julio: Su cuerpo fue localizado en un rancho entre Tepetzintlilla y Buenos Aires, en los límites de Cerro Azul, a más de 40km de la cabecera municipal.

Contexto que agrava la tragedia

  • La víctima dedicó su vida a la docencia y, tras jubilarse, trabajaba para mejorar su economía conduciendo un taxi. Era propietaria de dos unidades.
  • Su asesinato coincide con la renuncia del director de Seguridad Pública de Álamo el mismo día de su secuestro.
  • El municipio, que albergaba una vida comunitaria tranquila, hoy sufre la asfixia del miedo impuesto por células delictivas. Comerciantes, taxistas y hasta maestros jubilados se han vuelto blanco de extorsionadores.

La impunidad y la presencia criminal

  • Las autoridades de Veracruz reconocen la presencia de “La Mafia Veracruzana” en la región, un grupo derivado del Cártel del Golfo, que disputa el territorio y el cobro de piso con otras organizaciones como Los Zetas y el CJNG.
  • Este grupo opera en municipios como Tuxpan, Poza Rica, Álamo, Cerro Azul, entre otros, reafirmando que el crimen organizado tiene un control amplísimo en el norte del estado.

Posiciones oficiales: insuficientes y tardías

  • La Fiscalía General del Estado aseguró que la investigación continuará “con todo el rigor de la ley”, y la gobernadora Rocío Nahle declaró que no se revelarán detalles por seguridad, argumentando que la carpeta ya fue judicializada.
  • Sin embargo, la respuesta institucional resulta completamente insuficiente frente a la magnitud del horror y el mensaje de crimen organizado: el Estado no protege, y quien no accede a las extorsiones, muere.

Recriminación y llamado de atención

Es inadmisible que en pleno 2025 y con un despampanante operativo federal en marcha, la extorsión siga siendo una condena de muerte en Veracruz,Tamauliaps o el resto del pais.

El asesinato de Irma Hernández Cruz expone el fracaso absoluto de las autoridades para garantizar siquiera lo más elemental: la vida y la dignidad de su población. No basta con comunicados ni carpetas judicializadas. Urge una estrategia real, efectiva y honesta para desmantelar las redes de extorsión y devolver la paz a los habitantes.

El silencio, la indiferencia institucional y la impunidad no sólo permiten que la violencia se repita: la validan. La sociedad y las autoridades no pueden acostumbrarse ni resignarse. Exigir justicia para Irma Hernández es exigir justicia para todos los que, en municipios y ciudades de México, viven bajo la amenaza constante de la extorsión y el crimen impune.

Con informacion: ELNORTE/

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