El programa “Crédito Ganadero a la Palabra” (conocido como “vaquitas del Bienestar”), impulsado por el gobierno de López Obrador para lograr autosuficiencia en producción cárnica y láctea, dejó un daño al erario de 958 millones de pesos y múltiples denuncias por corrupción.
Objetivos incumplidos:
- Buscaba repoblar 1 millón de novillonas y 50 mil sementales para 2024.
- Prometía sustituir importaciones de carne (26% del consumo nacional) y leche (33%).
- Los beneficiarios debían devolver crías equivalentes al ganado recibido, pero nunca se recuperó ningún animal.
Fallos en implementación:
- Operó sin diagnóstico previo que justificara su creación, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
- Presupuesto recortado de 4,000 a 1,000 millones de pesos en 2019.
- 32.4 millones de pesos en irregularidades: ganado duplicado, beneficiarios ficticios y hasta fallecidos.
Consecuencias para ganaderos:
- Entrega de ganado enfermo, viejo o sin registro sanitario(SINIIGA).
- Ejemplo: Carlos Ayora (Oaxaca) recibió vacas que él mismo había vendido como “ganado de desecho”.
- Jorge López Guerra, presidente de ganaderos del Istmo, denunció compra de animales a “coyotes” en lugar de criadores certificados.
Modificaciones opacas:
- En 2022, Agricultura eliminó la obligación de devolver crías, formalizando la pérdida total de la inversión.
- 812 millones se usaron en compra directa de ganado, sin mecanismos de seguimiento.
Denuncias de corrupción:
- David Monreal (actual gobernador de Zacatecas) señalado por presunto desvío al comprar ganado a precios inflados.
- Funcionarios privilegiaron compras a intermediarios en lugar de productores locales.
Este programa reflejó problemas estructurales: falta de planeación, opacidad en padrón de beneficiarios y ausencia de auditorías técnicas para garantizar calidad del ganado y se convirtió en otro caso emblemático de mal manejo de recursos públicos durante la 4T.
Con informacion: ANIMAL POLITICO/
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