Como si fuera el escenario de una película de atracos a toda velocidad: a plena luz el día, en el centro de Ciudad de México. Tres personas entran —no está claro por donde— en una sucursal bancaria de Citibanamex, en la calle Venustiano Carranza. Van disfrazadas con trajes sanitarios, de esos que el último año y la pandemia han vuelto tan comunes en el imaginario colectivo. Dicen que van a desinfectar el local. En su lugar, uno de ellos saca una pistola: es un robo. Siete empleados son, de acuerdo con reporteros locales, amarrados y amenazados. Cuando la policía llega al lugar de los hechos, los ladrones ya se han esfumado. No observan daños en la caja fuerte del banco. El único rastro que han dejado de su paso por la oficina es una caja de herramientas y una puerta forzada: la entrada del aire acondicionado.
El único informe oficial sobre el caso es un escueto comunicado de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México . En él, se informa de que las fuerzas de seguridad han acudido al banco después de recibir una llamada de emergencia que avisaba sobre un asalto. Al llegar al lugar, el gerente de la oficina ha confirmado el atraco de “un grupo de personas, al parecer en posesión de un arma de fuego”. El comunicado continúa narrando como los ladrones ingresan a una “zona de acceso controlado”, lo que hizo saltar la alarma de la caja fuerte.
La policía ha realizado una inspección de la sucursal, en compañía de los empleados de la oficina. En la caja fuerte no han encontrado daños visibles a primera vista, “sin embargo, observaron una caja de herramientas y forzada la puerta y entrada del aire acondicionado”. Según la agencia EFE y Televisa, los atracadores habrían entrado por el techo del edificio, una hipótesis que se ha extendido en redes sociales, aunque por el momento no ha sido confirmada por fuentes oficiales. Los ladrones han logrado huir, de acuerdo con EFE, con el botín en su posesión, cuyo valor no ha trascendido.
En las imágenes que se han difundido por redes sociales se ve a un hombre disfrazado con un traje sanitario blanco, una riñonera negra, gafas de sol y una especie de pasamontañas de camuflaje. En la mano derecha carga una pistola, que los asaltantes han utilizado para amedrentar a al menos siete de los empleados del banco, aunque según las fuentes oficiales, no ha habido heridos. Sin embargo, de acuerdo con Televisa, uno de los trabajadores tuvo que ser atendido por paramédicos.
Más allá de especulaciones, poco se sabe sobre el caso. No se conocen las identidades de los tres asaltantes, aunque las fuerzas de seguridad han abierto una investigación policial. El personal del área jurídica de la sucursal ha comunicado también que realizará una denuncia formal ante las autoridades. Mientras tanto, los ladrones, que de acuerdo con reporteros locales han logrado escapar a través del techo del edificio, han conseguido que su rastro se perdiera en las calles del centro. En una ciudad en la que, solo este octubre, se registraron más de 10.000 robos, —según la Fiscalía General de Justicia de la capital— este misterioso atraco ya ha pasado a las páginas señaladas de las crónicas de sucesos.
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