La reciente muerte de un mando de alto rango del cártel del Golfo ha provocado un aumento en los tiroteos y asesinatos en el estado fronterizo de Nuevo León. Si bien la figura del cartel murió en un tiroteo con las autoridades, existe la sospecha de que sus propios asociados pueden haberlo traicionado para ser capturado o asesinado.
OTRA TRAICION DEL CONTADOR:
Breitbart Texas consultó con fuentes policiales en Tamaulipas quienes revelaron que el 18 de diciembre, el comandante del Cartel del Golfo Odilón “Tango 1” Hernández Valdivia murió en un tiroteo con agentes de la policía estatal. El mismo Hernández había sido el jefe de la policía de tránsito de Reynosa en 2005. Más recientemente, había sido un aliado cercano del jefe de CDG, Evaristo “El Vaquero” Cruz, y había estado operando como el jefe regional en Ciudad Victoria, donde había estado tratando de mantener alejados a los rivales y entablar relaciones con los líderes de los organismos policiacos y de tránsito.
El tiroteo tuvo lugar en el lado oeste de Matamoros, Tamaulipas en el barrio Parque Industrial del Norte, a lo largo de la calle Constituyentes. La figura criminal mantenía un perfil bajo y conducía un Chevrolet Equinox 2009 con placas de Nuevo León al momento de su muerte. No está claro por qué estaba en Matamoros al momento de su muerte, sin embargo, era parte de la facción del Cartel del Golfo fuera de esa ciudad.
Fuentes policiales revelaron que las fuerzas policiales del estado de Tamaulipas recibieron un aviso anónimo sobre hombres armados sospechosos en esa zona y cuando llegaron se enfrentaron con Hernández matándolo después de un breve tiroteo.
Antes de su muerte, Hernández se había convertido en jefe regional del Cartel del Golfo en Nuevo León y Tamaulipas, y había estado dirigiendo una célula en el municipio de Guadalupe en el área metropolitana de Monterrey. Después de su muerte, Nuevo León experimentó un aumento dramático en tiroteos y ejecuciones.
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