La Fiscalía de Ciudad de México ha obtenido una orden de captura contra el empresario Carlos Cabal Peniche y su esposa, Teresa Pasini Bertán, por fraude. El delito que supuestamente cometió el banquero es contra la empresa Crédito Real, que le dio un préstamo para la compra de Radiópolis, según reportan diferentes medios nacionales. Hace un año, en agosto, Cabal Peniche y Miguel Alemán Magnani lanzaron una ofensiva para tomar a la fuerza el control de Radiópolis, como denunció entonces el Grupo PRISA (editora de este periódico), que posee el 50% de las acciones del grupo radiofónico mexicano.
El presunto fraude del que se acusa Cabal Peniche es de alrededor de más de 600 millones de pesos mexicanos (30 millones de dólares), según el periódico Reforma. Teresa Pasini, a través de la empresa Nuncio Accipiens, solicitó el crédito para supuestamente financiar la compra de la otra mitad de Grupo Radiópolis a Televisa. Ese mismo periódico informa de que el juez Héctor Rojas Pacheco libró las órdenes de aprehensión en julio y la Interpol emitió además una ficha roja en contra del exbanquero y su esposa para que sean buscados en más de 190 países. Las autoridades presumen que Cabal Peniche y su esposa están en Italia.
El empresario Carlos Cabal Peniche personifica como pocos el lado más oscuro de los vínculos entre el poder político y empresarial en México, especialmente durante la época del expresidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Nacido en Mérida hace 64 años y criado en Tabasco, donde ha dado forma a la mayoría de sus negocios, durante muchos años Cabal Peniche fue uno de los empresarios favoritos del PRI. Peniche pasó de agricultor bananero a uno de los hombres más ricos de México en un tiempo récord. En 1994 huyó del país y terminó encarcelado en Australia acusado de los turbios manejos en su banco.
En 2001, el exbaquero fue extraditado a México, donde nunca pisó la cárcel y ocho años más tarde fue exonerado de todos los cargos. Antes de ello, durante su etapa en prisión, concedió en 1999 una entrevista al diario Milenio, en la que admitió haber financiado con 20 millones de dólares las campañas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Luis Donaldo Colosio, Ernesto Zedillo y Roberto Madrazo a la gobernatura de Tabasco, misma que el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien también competía por el puesto, denunció como fraudulenta.
En agosto de 2020, el empresario y Alemán Magnani lanzaron una ofensiva por la cual pretendían tomar a la fuerza el control de Radiópolis, una firma que posee y opera 17 estaciones de radio en México, entre ellas W Radio (generalista) y Los 40 (musical). Alemán Magnani y Cabal Peniche trataron de imponer un cuadro de directivos para hacerse con el control editorial de Radiópolis. PRISA informó entonces que llevaría a cabo las necesarias acciones legales “para preservar el adecuado funcionamiento de Radiópolis y para que sus profesionales puedan seguir desempeñando su labor con el rigor y la independencia que les caracteriza, al objeto de que sus emisoras sigan prestando el mejor servicio a sus oyentes y a la sociedad mexicana”. El abogado Jesús Guerra, portavoz y representante legal de PRISA, afirmó en septiembre que la empresa sigue adelante con su intención de llegar a un arbitraje internacional que dirima las diferencias en la disputa.
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