Francisco Javier García Cabeza de Vaca nunca ha dudado en presumir su cercanía con algunas autoridades y empresarios estadounidenses.
AL ENEMIGO HAY QUE TRAERLO CERCA:
Ahora, con una ficha roja de la Interpol emitida a su nombre, el mandatario tamaulipeco podría refugiarse en Texas, mover sus influencias allí y detonar un conflicto político dentro de Estados Unidos.
NINGUNA PROTECCION:
De un lado estaría el gobierno de Texas, algunos congresistas del estado -demócratas y republicanos-, y el establishment energético local.
Recordemos que Texas no es como cualquier otro estado de la Unión Americana.
Sus vastas reservas energéticas han dado raíz a una enorme e influyente industria estratégica que opera independientemente del resto del país, como quedó evidenciado el pasado febrero.
Y es esa enorme e influyente industria que tras la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto en 2014 puso sus ojos y sus intereses en los importantes yacimientos de gas natural que subyacen el territorio tamaulipeco.
Aquí es donde entra el gobernador Cabeza de Vaca y sus sólidas relaciones en Texas.
Para que podamos trabajar juntos en beneficio de nuestras compañías y nuestra población en ambas entidades.
Y es que uno de los mayores promotores del mandatario tamaulipeco -en suelo estadounidense- ha sido precisamente el poderoso lobby energético texano, personificado por el cabildero de nombre Nelson Balido,conocido geoestratega y operador político de los más importantes intereses energéticos de Texas.
MAS QUE UN SOCIO,UN COMPLICE:
Balido, quien a su vez es cercano a los congresistas Ted Cruz, del Partido Republicano, y Henry Cuellar, del Partido Demócrata, se ha encargado de publicitar a Cabeza de Vaca desde que este se desempeñaba como alcalde de Reynosa.
“Existe una estrella naciente en la política mexicana”, escribió en una editorial publicada en el medio conservador Fox News, en 2016, en la cual también destacó las intenciones del tamaulipeco, de colaborar más de cerca con Estados Unidos en materia de seguridad y sobre todo, en materia comercial.
“Puedo escribir con certeza que los señalamientos de que Cabeza de Vaca es un narco-gobernador no tienen fundamentos. Él está más limpio que un silbato”, aseguró el cabildero.
Hoy, con el gobernador de Tamaulipas técnicamente en calidad de prófugo, todavía no queda claro cómo responderán las distintas ramas del gobierno de Estados Unidos que hasta ahora no se han definido claramente.
¿Defenderá el Departamento de Justicia los intereses del lobby energético de Texas o aprovechará la situación para tumbar a uno de los socios mexicanos más cercanos a la facción conservadora de esa entidad? Y de pasada, ¿usarlo como ficha de negociación con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador?
Las próximas horas, serán cruciales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: