Este fin de semana los vecinos de San Pedro Garza García, uno de los más prósperos del país, amanecieron con la imagen de pintas presuntamente hechas por el CDN; el alcalde Miguel Treviño, quien busca la reelección, aseguró que es una "campaña de miedo".
Entre las leyendas que fueron plasmadas estaban además las siglas CDN, la frase “Aquí andamos: CDN", indicando que pretendían controlar la plaza de San Pedro.
El CDN surge de los Zetas, que fue una organización extremadamente violenta. El Cártel del Noreste se formó por divisiones entre el Cártel de los Zetas, luego de la captura de su líder absoluto Omar Treviño Morales, conocido como el Z-42, en 2015.
EL CAPO DE San Pedro:
Luego de esa detención hubo una larga disputa por el control de los Zetas, que derivó en la formación de los grupos criminales: Los Zetas Vieja Escuela y el CDN, que quedó bajo el mando de Juan Gerardo Treviño Morales, alias El Huevo.
El Huevo es considerado por autoridades estadounidenses como el último líder de los Zetas que se encuentra en libertad.
Hasta hace poco el CDN tenían presencia en Tamaulipas, Zacatecas, Nuevo León, San Luis Potosí y Coahuila, en Estados Unidos, Guatemala, Honduras y Colombia.
Ahora este grupo criminal quiere demostrar que está trabajando también en una de las zonas más adineradas del país, en San Pedro.
La Fiscalía General de Justicia del Nuevo León, en coordinación con la policía local de San Pedro, está investigando lo sucedido en la Colonia Valle de Santa Engracia. Las autoridades no descartaron que sea parte de la llamada guerra sucia, que se ha desatado en este municipio, con motivos electorales.
Pero es preocupante para los habitantes de Monterrey, porque este grupo además del narcotráfico participa en secuestros, extorsiones, robo, tráfico de personas y controla actividades como la prostitución y robos a menor escala.
Mientras siguen las investigaciones para determinar si efectivamente fue este grupo criminal el que realizó las pintas, éste y otros grupos del narcotráfico están desatados, sobre todo con la coyuntura electoral.
Además del Cártel del Noreste que busca hacer presencia en Nuevo León, el CJNG, el de Sinaloa y otras estructuras criminales menores están muy presentes en 7 de los 8 estados donde habrá elecciones a gobernador.
De acuerdo con especialistas, las zonas rurales son el principal foco de atención, porque es ahí donde los grupos criminales cambian, de forma temporal, las armas por financiamiento de campañas.
Para este proceso electoral, que comenzó en septiembre de 2020, han registrado 232 agresiones contra políticos, de acuerdo con la consultora Etelleck. Estas agresiones van desde amenazas hasta el homicidio.
Más de 60 aspirantes a un cargo público han sido asesinados desde septiembre de 2020, cuando comenzaron a levantar la mano para buscar ser parte del proceso electoral. De ellos, en siete casos han sido contra mujeres. Mientras que el 22% de los que han sido asesinados pertenecen al PRI y el 17% a Morena.
Mientras que Integralia Consultores documentó que de septiembre de 2020 a febrero de 2021 se registraron 90 incidentes de violencia política en México, de los cuales derivaron 108 víctimas: 75 asesinados, al menos 11 eran candidatos o aspirantes a puestos de elección popular, y 33 heridos.
Estos casos de violencia ocurrieron principalmente en municipios pequeños, de menos de 100 mil habitantes, en zonas relativamente marginadas y con poca presencia de las fuerzas federales.
El poder político en numerosos territorios es una oportunidad para perpetuarse en el cacicazgo y para muchos cárteles de la droga es la ventana para expandir su poderío y hacer negocios con los cuales pueden lavar sus ganancias, a través de empresas fantasma. Pero también buscan tener el control de las policías municipales.
Y es que las elecciones significan un reacomodo de territorios para los cárteles de la droga, pues en ocho entidades se elegirá gobernador hablamos de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Campeche, Querétaro, San Luis Potosí, Tlaxcala y Zacatecas.
De acuerdo con un reporte de la Unidad de Inteligencia Financiera, a excepción de Tlaxcala, esas siete entidades son puntos neurálgicos en el tráfico y producción de drogas tanto para consumo nacional como para los mercados de Estados Unidos y Europa. Y es donde existe presencia y control de los cárteles y/o grupos locales dedicados a narcomenudeo y robo de hidrocarburos entre otras actividades delictivas.
Según, el mapa de la UIF, el Cártel de Sinaloa, comandado por Ismael El Mayo Zambada y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), encabezado por Nemesio Oceguera, alias El Mencho, tienen hegemonía en Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Nayarit, Colima, Campeche, Querétaro, Guerrero y Zacatecas.
En San Luis Potosí, predominante, tiene presencia el Cártel de Golfo; en Michoacán, el CJNG y la Familia; en Nuevo León, el Cártel del Golfo, los Zetas y el Cartel del Noroeste; y en la Ciudad de México ha emergido en los últimos años el llamado grupo Unión de Tepito, que convive en el territorio con el Cártel de Sinaloa y el CJNG.
Es preocupante; la consultora Etelleck detectó que desde 2018 existe una tendencia pues los asesinatos relacionados con políticos y elecciones están ligados, en su mayoría, a aspirantes cuyas siglas de partido no coinciden con las de quien gobierna a nivel municipal y estatal.
Este proceso electoral apenas comienza, serán dos meses muy largos, en los cuales el crimen organizado hará todo lo que pueda para hacer presencia, ya lo vimos el sábado en San Pedro Garza García.
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