Un narcotraficante incluido como uno de los fugitivos más buscados por el FBI se cree que ordenó el secuestro de un hombre en el estado fronterizo mexicano de Nuevo León. El secuestro es solo uno de los múltiples delitos violentos atribuidos al escurridizo capo, mientras que los funcionarios del gobierno local afirman habitualmente que su ciudad es segura.
El secuestro sucedió el lunes por la tarde en el fraccionamiento Valle de San Ángel en el lujoso municipio de San Pedro. La región es el hogar de algunas de las familias más ricas de México y también es el lugar donde viven los diplomáticos estadounidenses asignados a Monterrey. Los vecinos de ese municipio llamaron al 911 después de ver a un grupo de sicarios secuestrar a Rolando García Cantú. Los sicarios utilizaron un Volkswagen Jetta y un Nissan Sentra para llevar a cabo el secuestro.
Para cuando las autoridades respondieron, los hombres armados habían logrado escapar. Las fuerzas policiales locales instalaron una serie de retenes en las entradas principales de la ciudad, sin embargo, no pudieron interceptar a los pistoleros ni rescatar a la víctima del secuestro. Se cree que la víctima está relacionada con figuras del narcotráfico de la “vieja escuela” en Nuevo León. La víctima no había sido rescatada ni liberada al cierre de esta edición.
Una fuente policial estadounidense que opera en México reveló a Breitbart Texas que el secuestro se atribuye actualmente a José Rodolfo “El Gato” Villarreal, un temido narcotraficante que controla San Pedro con mano de hierro. Además de controlar el tráfico de drogas local, los hombres de El Gato también extorsionan a restaurantes y bares, y a varios negocios locales. La organización criminal también lleva a cabo una operación de fraude y evasión fiscal a gran escala mediante el uso de recibos falsos llamados “facturas”.
Como informó Breitbart Texas, la Oficina Federal de Investigaciones de EE. UU. (FBI) ofrece actualmente una recompensa en efectivo de $1 millón de dólares por información que conduzca al arresto de Villarreal. El Gato y varios de sus principales asociados son buscados en Texas en relación con el asesinato en 2013 del abogado del Cártel del Golfo, convertido en informante, Jesús Guerrero Chapa. Guerrero Chapa vivía en Southlake cuando hombres armados lo asesinaron después de una operación de vigilancia. Villarreal tuvo una venganza personal contra Guerrero Chapa, a quien culpó por el asesinato de su padre.
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