La presión y los bloqueos tanto en la Ciudad de México como en los Estados donde tiene presencia la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) le está dando resultados.
Después de dos días consecutivos de plantón en la Cámara de Diputados y de protestas en Chiapas, Oaxaca y Michoacán, el magisterio disidente aseguró el Gobierno federal accedió a sus peticiones.
Después de reunirse en Palacio Nacional con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y con otras autoridades, dirigentes de la Coordinadora aseguraron que las autoridades aceptaron entregar plazas automáticas a los egresados de las normales y cubrir bonos y salarios atrasados de maestros.
Tan sólo en Michoacán se estima que esos adeudos suman 810 millones de pesos.
Los maestros confían en que los acuerdos sean firmados en próximos días por las autoridades y traducidos en ley como parte de la elaboración de las leyes secundarias educativas, proceso que fue aplazado esta semana en el Congreso por falta de acuerdos entre los legisladores.
"El Presidente respondió que se trabaje para que la asignación de plazas automáticas a los egresados de las normales pueda estar contenido en las leyes secundarias. ¡Es un logro histórico!", celebró Juan Melchor, vocero de la Dirección Política Nacional de la CNTE.
Otras de las concesiones a la CNTE son la cancelación de evaluaciones y la promesa de que ni siquiera se apliquen como herramientas de diagnóstico sobre el servicio que se brinda en las escuelas.
También se ofreció que el magisterio disidente participe en el ingreso, reconocimiento y promoción de los docentes.
Marco Fernández, especialista en educación de México Evalúa y el Tecnológico de Monterrey, consideró que sería preocupante que estos acuerdos se concreten en las leyes secundarias, pues el Presidente invadiría facultades y actuaría en contra de la Constitución.
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